Washington exigió a las agencias gubernamentales retirar de sus redes los productos de Kaspersky Lab y argumentó que le preocupa que la firma de seguridad informática de Moscú sea vulnerable a la influencia del Kremlin y que el uso de su antivirus pueda poner en peligro la seguridad nacional.
La decisión representa una fuerte respuesta a lo que agencias de inteligencia estadunidenses han descrito como una amenaza a la seguridad nacional en el ciberespacio, tras un año electoral manchado por acusaciones de que Moscú usó internet como un intento por influir en el resultado de los comicios.
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En un comunicado, Kaspersky Lab rechazó las acusaciones, como ha hecho en reiteradas oportunidades en los últimos meses, y afirmó que sus críticos están malinterpretando leyes rusas sobre datos compartidos que sólo se aplican a servicios de comunicaciones.
"No se han presentado evidencias creíbles públicamente por nadie ni ninguna organización, dado que las acusaciones se basan en afirmaciones falsas y asunciones inexactas", se lee en un comunicado.
El Departamento de Seguridad Nacional emitió una directiva a agencias federales en la que les ordena identificar los productos de Kaspersky en sus sistemas informáticos dentro de 30 días y empezar a descontinuar su uso dentro de 90 días.
La orden aplica sólo a agencias civiles del gobierno y no al Pentágono, aunque autoridades de inteligencia de Estados Unidos han aclarado que Kaspersky no es permitido en redes militares.
En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional dijo que "está preocupado por los vínculos entre ciertos funcionarios de Kaspersky y la inteligencia rusa y otras agencias del gobierno, y requerimientos bajo la ley rusa que permiten a agencias de inteligencia rusas pedir o exigir la ayuda de Kaspersky y la interceptación de comunicaciones que pasen por redes rusas".
Kaspersky Lab ha negado en reiteradas oportunidades tener vínculos con algún gobierno y aseguró que no ayudará a hacer ciberespionaje.
El cofundador y presidente ejecutivo de la compañía, Eugene Kaspersky, asistió a una escuela de la KGB y la empresa ha admitido que ha hecho trabajos para la agencia rusa de inteligencia conocida como FSB. Sin embargo, ha negado vehementemente cargos de que su empresa realice espionaje para el gobierno ruso.
mrf