Marco Antonio Reyes Rivas, un joven ingeniero en sistemas de 33 años y director de la empresa Seyer Technology, descargó hace menos de un mes –el 6 de julio para ser exactos- la aplicación Pokémon Go gracias a su cuenta estadunidense de iTunes. Es el primer mexicano en haber capturado a los 145 pokémon disponibles de los 151 que existen en la serie.
“En promedio estuve jugando como tres horas diarias, aunque hubo días que jugaba hasta 15. Empecé a jugar en serio a partir del 10 ó 12 de julio y cuando realmente me obsesioné por completar la lista fue cuando salió la noticia de que una persona en Nueva York había completado todos los pokémones (sic) y sólo le faltaban los regionales. Yo la verdad, cuando vi esa nota, sentí que iba bastante bien y dije, si alguien en Estados Unidos puede, por qué no alguien de México también” dijo en entrevista para Milenio.
Marco confiesa haber hecho un poco de trampa, pues en vez de salir y caminar en busca de los pequeños monstruos virtuales, utilizaba la aplicación mientras su esposa manejaba. De ésta manera no sólo logro atrapar a todas las especies pokémon, sino también conseguir al que completaría el pokédex: Lapras, una especie de monstruo del Lago Ness.
Capturar a todos fue fácil, pero no barato
Para capturar a Pikachú, Vaporeon, Snorlax, Dragonite y demás, Marco aprovechó sus vacaciones de verano y en compañía de su esposa y sus dos pequeñas hijas, viajó a Puerto Vallarta, Jalisco, y posteriormente a Cuernavaca, en donde reside parte de su familia. Valle de Bravo, Tequisquiapan y hasta las pirámides de Teotihuacán fueron los puntos que le siguieron.
“Me apoyó Pokévision, una página que ahorita ya se cerró por disposición de Niantic, y que te decía en donde estaban los pokémones (sic) y sí aparecían. Si a mí me hubieran cerrado esta página hace 10 días, realmente no lo hubiera conseguido.”
Pero Marco le atribuye su éxito como maestro pokémon a los inciensos, incubadoras y huevos de la suerte que compró desde la aplicación y en los que invirtió alrededor de 8 mil pesos.
Gracias a estos artículos no sólo logró alcanzar el nivel 34 en el que se encuentra actualmente, sino también capturar a los pokémon regionales que se creía estaban disponibles sólo en Japón, Australia, ciertos países europeos y Estados Unidos, y los cuales capturó luego de incubar huevos que necesitaban 10 kilómetros para eclosionar.
Consejos de un maestro pokémon
Paciencia y dedicación son las claves que, según Marco, le hicieron completar su colección Pokémon y por supuesto, un poco de tenacidad.
“Lo más loco que hice por atrapar un pokémon fue meterme al Autódromo [Hermanos Rodríguez]. Era de noche y todavía estaba abierta una parte del estacionamiento, así que unos amigos y yo nos metimos para buscar a Gastly. Íbamos con el nervio de que no nos fueran a decir algo o incluso llamarle a la patrulla de que estábamos invadiendo propiedad privada” confiesa.
Aunque por supuesto, no faltó el clásico consejo de llevar contigo baterías extra –él carga con tres- y desactivar el modo de realidad aumentada, que no sólo te ayuda a guardar energía, sino que hace mucho más fácil atrapar al pokémon.
“Hay que tener mucha calma y, aunque no invito a que la gente gaste su dinero en una aplicación así, porque se puede invertir en algo más benéfico, si está esa posibilidad yo les aconsejo que usen los inciensos y se compren incubadoras, que es lo que mejor te da experiencia para subir de nivel y te da la oportunidad de [tener a] los pokémones (sic) regionales para no tener que gastar para ir a otro continente. Además aprovechar los cebos que se ponen en diferentes partes” dijo.
Y ahora…
Uno de los principales objetivos de Pokémon Go es atrapar a todos los pokémon, y ahora que Marco lo logró, lo único que le queda es subir el nivel de sus criaturas, esperar las nuevas actualizaciones que podrían incluir los pokémon legendarios y el místico Ditto –que hasta el momento nadie ha logrado ver- y enfocarse de nuevo en sus actividades cotidianas.
“Yo le diría a la gente que no se gaste su dinero ni descuide a su familia por una app de moda. Yo lo hice porque, aparte de que me gusta, lo utilicé como experimento social y para conocer la aplicación. De una buena idea puede surgir otra buena idea para nosotros como empresa” finalizó.