Kanya Sesser, una joven tailandesa, ha cobrado popularidad por su trabajo como modelo de lencería. Pero no son las poses sugerentes lo que la ha puesto en los reflectores, sino el hecho de que, a pesar de no tener piernas, ha sabido entrar al mundo del modelaje.
Kanya nació sin piernas por lo que sus padres la abandonaron a tan sólo unos días de haber nacido. Un pareja en Oregon la adoptó tiempo después, y cuando cumplió 16 años apoyaron su carrera como modelo.
La chica de 23 años ha posado para marcas como Nike, Billabong y varias líneas de lencería. Kanya dijo en entrevista con Mashable, que decidió modelar para motivar a las mujeres que son diferentes, para cambiar la forma en la que la sociedad ve a las personas.
Pero su misión no ha estado libre de críticas, la principal es que se aprovecha de su condición para hacer dinero. Ella responde que se siente cómoda con su cuerpo y con quien es y por eso decide transmitirlo a través de las fotografías y usando el hashtag #NoLegsNoLimit (sin piernas, sin límites).
Actualmente la modelo está entrenando para participar en los juegos paralímpicos estadunidenses de 2018, y está escribiendo un libro sobre su carrera y los desafíos a los que se ha enfrentado.
Kanya se une a la lista de modelos que quieren cambiar la percepción de los discapacitados en la que se encuentra Madeline Stuart, quien se conviritió en la primera modelo con Síndrome de Down en desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York o Rebekah Marine, quien utiliza una prótesis de brazo.