Naly Ramírez tiene 22 años y trabaja como mesera en eventos sociales en Tijuana, Baja California, pero desde hace un año se emplea como rescatista independiente de animales.
El 31 de agosto no se borrará de la memoria de esta joven pues ese día llegó a su vida Cristalita, una perrita de un mes que fue dejada en la puerta de su casa por Jazmín, una niña de siete años quien en una carta le escribió que no podría cuidarla porque sus padres no querían a un perro “que no fuera original”.
“Hola me llamo Jazmín y ella es Cristalita, te la tuve que dejar en tu puerta porque mis papás no la quieren porque no es original. Mi mamá y mi papá la quieren tirar, mejor te la dejo para que no pase frío y tenga comida. Yo no puedo cuidarla, solo tengo siete años y no me dan mucho de recreo para su comida. Cuídala mucho por favor, te dejo ocho pesos y dile que la quiero", se lee en la carta de despedida junto a la perrita en una caja de cartón y ocho pesos colocados.
A una semana de este encuentro inesperado, Naly Ramírez dice que desea conocer personalmente a Jazmín para platicar con ella y decirle que Cristalita estará bien solo que la búsqueda no ha sido fácil.
“La verdad sí quiero conocerla y platicarla con ella para hacer saber que estará bien. No sé si me la niña me conoce personalmente, me imagino que a ella le comentaron y así fue como me la trajo y la verdad he buscado con vecinos y nadie la conoce; no saben quién es.
“La abrazaría y le diría que nunca cambie su forma de pensar y que fue más responsable al darle esta lección a los adultos que luego “dejan a su suerte a los animales en la calle”, contó en entrevista telefónica.
“Me da una lección que una niña sea más responsable”
Naly expresa que al ver por primera vez a la perrita, se sintió conmovida, sin embargo, al leer la razón por la que fue abandonada, sintió impotencia conocer “la inocencia de Jazmín y la falta de valores de los padres”.
“Pude ver su desesperación en la carta. Cuando la vi me dio ternura y rabia a la vez, pero no sé cómo explicar el momento de impotencia que sentí al mismo tiempo sobre todo por la inocencia de la niña al saber que sus padres le arrebataron un sueño, eso me dolió. Me da una lección que una niña sea más responsable”, contó.
Cristalita aún duerme en aquella caja de cartón y los ochos no han sido gastados. Sin embargo, Naly comentó que “a pesar de que la historia de la perrita ya es conocida en redes sociales” y que incluso se invitó a la gente a apoyar a través de un depósito bancario, hasta el momento no cuenta con dinero más que un donativo de 56 pesos que una persona hizo al enterarse de esta historia.
Como parte de un colectivo de rescatistas independientes, el dinero sale por cuenta propia.
“Hemos buscado a gente de las autoridades para que nos ayuden, pero no nos dan respuesta. Con los animales es un tema que casi no tocan. Lo que hacemos es por nuestra cuenta. Hace ocho días estaba juntando dinero para una campaña para la esterilización de otros perritos y ayudamos hasta dónde podemos”, expresó.
Para Naly los animales son parte de su vida y rescatarlos a estos “angelitos” comoe les llama es una acto que nació por voluntad luego después de que un día al salir de trabajar vio un gato que estaba enfermo, con lagañas y llorando; acto que le rompió el corazón.
“Sin querer empezaron a crecer el número de gatos y hasta de animales. He tenido pájaros y conejos. No fue como una idea propia hacerlo; surgió por voluntad”.
No perder los valores
Naly consideró que si estuviera en la situación de Jazmín, también buscaría la mejor opción para que un animal como Cristalita no sufra.
“Sé que esa no fue la intención de la niña, pero sus papás tuvieron mucho que ver. Tal vez les diría a sus padres que no le enseñen esos valores a la niña. Ella debió ver supo que no estaba bien el abandonarla a ver si alguien la encontraba o si pasaba algo más feo, pero si no se puede también buscaría una opción más. Si queremos matar el problema hay que empezar con los pequeños enseñándoles el respeto a la vida tanto humana como la de los animales”, expresó.
Sobre el futuro de Cristalita, dijo que está el plan de buscarle una “casa digna en donde no vuelva a pisar la calle”.
“Me han llovido solicitudes que quiere adoptar a Cristalita; no sé si por su fama o por que en verdad la quieran. Toda esa gente sí la hemos considerado, pero por estar pequeña aun no la hemos puesto en adopción”.
En tanto la empresa de alimento para perro Nupec informó que tras conocer la historia de Jazmín y Cristalita, inició una campaña de búsqueda de la niña para reconocer la decisión de la niña y premiar dicho acto.