No hay nada mejor que una taza de café por la mañana, después de comer o si eres de los valientes, antes de irte a dormir. Pero hay de tazas a tazas, dependiendo del método y el grano con el que se preparen. Existen varios métodos que van más allá de oprimir un botón o vertir una cucharada de café soluble en agua caliente.
Estos toman más tiempo, pero te aseguramos que disfrutarás de una gran experiencia, e incluso descubrirás nuevos sabores.
Por filtrado
Para este método necesitas un cono de cerámica que se pone encima de la taza. Si no lo encuentras, usa una cafetera Chemex, que es como un matraz de vidrio inventado por el químico alemán Peter Schlumbohm. También necesitas filtros de papel especiales para estas cafeteras que conservan la forma de cono.
El primer paso es limpiar el filtro con un poco de agua caliente, que se llevará cualquier rastro de sabor a papel. Usa café de molido fino, como si fuera para espresso. Una vez puesto, debes agregar el agua caliente en forma circular por encima de todo el café. Luego de 5 minutos estará listo.
Cuando lo pruebes notarás un sabor ligero al inicio, pero cuando llega al fondo de tu paladar sentirás toda la intensidad del café.
En México, tanto el cono de cerámica como la cafetera Chemex las puedes encontrar en Starbucks.
Prensa Francesa
Si lo que buscas es un sabor intenso, esta es tu opción. Para hacerlo necesitas la prensa francesa, que es una jarrita de cristal equipada con una prensa que extrae todo el sabor del café. Para prepararlo, mide cuántas tazas vas a hacer–hay prensas de hasta para un litro- y agrega el agua caliente. Después de 5 minutos baja la compresa y listo.
Toma en cuenta que mientras más tiempo pase el café dentro del agua, más intenso su sabor va a ser y mayor la concentración de cafeína que tendrá.
Lo mejor de este método es que también puedes hacer té en la prensa. La encuentras en cualquier tienda departamental o tienda especializada.
Cafetera italiana
Perfecta para un espresso. Esta cafetera fue inventada en Italia por Luigi De Ponti en 1933 y hasta la fecha la empresa Bialetti sigue produciendo ese mismo modelo. También lleva el nombre de cafetera moka o macchinetta.
Su principio se basa en el vapor y la presión al interior de la cafetera. Cuando se calienta el agua en la base, sube el vapor y empuja el agua que baña al café molido que se encuentra en un pequeño filtro metálico. El café se queda en la parte superior de la cafetera listo para servirse.
Encuéntrala en cualquier tienda de café o de electrodomésticos.
Preparación en frío
Una de las preparaciones más tardadas, pues debes dejar que el café repose en el agua a temperatura ambiente por 12 horas en una prensa francesa.
Este método hará que el café tenga un sabor mucho más dulce, pues el agua fría permite que libere su sabor natural sin ser afectado por las reacciones químicas que causa el agua caliente.
Por cápsulas
Ya sea en cápsulas de Nespresso, Lavazza o Dolce Gusto, este método es uno de los más fáciles pero también más costosos, pues no sólo necesitas una cafetera especial que suele tener precios elevados, sino que también debes estar constantemente comprando cápsulas.
Lo bueno es que puedes tener una amplia variedad de sabores con tan sólo un botón, como capuccino, mocha, latte, espresso, americano y algunos hasta tienen cápsulas para preparar té chai.
Soluble
La forma más rápida de preparar una taza de café pero no por eso la mejor. Lamentamos decirte que el café soluble no es nada más que extracto de café seco que tiene menos cantidad de cafeína y sabor.