¿Te acuerdas de la canción ‘El gato volador’?, basta decir que fue un éxito en 1999 y que no era del todo ficción, resulta que existe el síndrome del gato volador o paracaidista, y es una de las principales causas por las que un gato es llevado de urgencia al veterinario.
El síndrome del gato volador explica las caídas de una altura considerable que sufren los gatos, a veces con frecuencia, ya sea por un mal cálculo al estar parados en la orilla de una ventana o escalera, por la curiosidad de ver un pájaro u otro gato, o incluso, al perder el equilibrio por un golpe de viento.
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No es que los gatos se tiren en caída libre por gusto, de hecho, son conscientes de que están en un lugar alto, pero este síndrome es más común en gatos menores de dos años, inexpertos en sus habilidades para escalar y en aquellos que no han sido esterilizados, sin importar si son hembras o machos.
Eso de que un gato siempre cae parado no es del todo cierto, y de hecho, corren más riesgo de lastimarse cuando la caída es a una menor distancia, pues no alcanzan a calcular cuándo girar su cuerpo para reducir la velocidad y mitigar el golpe.
Si tienes gato en casa, es mejor que reduzcas la probabilidad de que sufra un accidente limitando los espacios de riesgo, como balcones y acceso a la azotea o escaleras; mejor dale un entorno atractivo donde pueda estimular su mente jugando en lugar de pasar horas viendo por una ventana.
CR