Aunque no es una fecha oficial y no es la única, cada 20 de febrero se celebra el Día Internacional del Gato en honor a Socks, el gatito que acompañó a los Clinton durante su estancia en la Casa Blanca.
Socks, recibió su nombre gracias a las manchas de color blanco que tenía en las patas y las cuales contrastaban con el resto de su pelaje negro. El gato fue adoptado por Bill y Hillary Clinton en 1991 cuando Bill era aún gobernador de Arkansas.
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Al ser elegido presidente, la familia Clinton llevó a Socks con ellos y se convirtió no sólo en la mascota de la primera familia estadunidense, sino también en todo un personaje dentro de la Casa Blanca pues solía merodear por el recinto y aparecer ante la prensa en el momento menos esperado.
El gatito se volvió tan popular, que niños de todas partes le enviaban cartas y hasta estuvo a punto a de convertirse en el personaje principal de un videojuego para la Super NES de Nintendo.
Socks dejó de ser la mascota principal de la Casa Blanca cuando llegó Buddy, un perro labrador que los Clinton llevaron a la Casa Blanca en 1997 y con quien no se llevó bien desde un inicio.
Cuando Bill, Hillary y Chelsea Clinton dejaron la residencia oficial en 2001, Socks fue adoptado por Betty Currie, la secretaria personal del expresidente estadunidense. Siete años después, su salud comenzó a deteriorarse y a finales de 2008 se le diagnosticó cáncer de mandíbula.
El 20 de febrero de 2009, Socks fue sacrificado a la edad de 20 años. De ahí que cada año, se le recuerde como el gatito más poderoso y popular de Estados Unidos.
mrf