¿Planeas irte de vacaciones al Caribe Mexicano? Seguro pasarás unos días inolvidables en esa arena blanca, bañándote con el agua azul turquesa y asombrándote por los maravillosos arrecifes de coral, pero recuerda: se mira, no se toca y mucho menos, se compra.
Visitar las playas de Yucatán y Quintana Roo te enriquece por la vasta biodiversidad que te permite conocer, pero muchos caen en la tentación de comercializar ilegalmente las especies que ahí habitan.
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Si caes en la tentación de comprar algún souvenir para llevar a casa, puedes enfrentar cargos severos ante las autoridades, pues hay leyes para la protección de la fauna y flora marítima.
Recientemente salió a la luz pública el caso de David Mayorquín y su padre, Ramón Torres Mayorquín, quienes están acusados en San Diego, California, de comprar pepinos de mar capturados ilegalmente en de la península de Yucatán para venderlos en Asia, donde es considerado un afrodisiaco y el kilo se vende entre 300 y 500 dólares.
El Código Penal Federal en México es claro en cuanto a los delitos en contra del medio ambiente y sus consecuencias, así que no te arriesgues, pues dice que se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de 300 a 3 mil días de multa, a quien ilícitamente:
“Realice cualquier actividad con fines de tráfico, o capture, posea, transporte, acopie, introduzca al país o extraiga del mismo, algún ejemplar, sus productos o subproductos y demás recursos genéticos, de una especie de flora o fauna silvestres, terrestres o acuáticas en veda, considerada endémica, amenazada, en peligro de extinción, sujeta a protección especial, o regulada por algún tratado internacional del que México sea parte”.
Así que ya sabes, evita comprar productos cuya procedencia o legalidad no sea clara. Cuídate y cuida los recursos naturales.
RL