Los siete recintos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la capital reabrieron sus puertas este jueves con la misma Policía Auxiliar de Ciudad de México, luego de que el 1 de junio fuera sustituida por empresas de seguridad privada.
Se trata de los museos Nacional de Antropología, Nacional Castillo de Chapultepec, Galería de Historia del Caracol, Templo Mayor, Nacional de las Culturas del Mundo, de El Carmen y Nacional de las Intervenciones, así como la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Diego Prieto, director del instituto, explica a MILENIO que el asunto es que SSS Asistencia y Supervisión S.A. de C.V. en alianza con Sistemas Prácticos en Seguridad Privada S.A. de C.V., las empresas privadas adjudicatarias, incumplieron en sus dos primeros días de funciones con lo establecido en la licitación, al no cubrir la demanda mínima de personal capacitado para resguardar los recintos.
“El lunes vimos que había un conjunto de limitaciones en el sentido de que había incumplimientos con el número de elementos que estaban previstos en el anexo técnico, y no llegaron, lo cual nos extrañó porque ellos aseguraron que tenía una fuerza de tarea sobrada para poder tener un servicio. Ese mismo lunes hablamos con la compañía y se le exhortó para que el martes 4 de junio tuviera los servicios cubiertos. El lunes no se generó mayor problema porque todos los lunes no dan servicio (los museos), pero el martes y el miércoles seis estuvieron cerrados porque tomamos esa decisión hasta que hubiera las condiciones convenientes para atender al público”.
Prieto reconoce que se están evaluando las sanciones por incumplimiento, y agrega que hasta ahora se percató de que también esas compañías tuvieron fallas con el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
Seguridad a escala nacional
El INAH, adelanta, estudiará la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum de incorporar al Servicio de Protección Federal, que depende de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que encabeza Omar García Harfuch.
“El único asunto es que sus costos pueden estar un poquito altos, rebasan nuestro presupuesto en ese rubro. Ayer la propia presidenta de México, Claudia Sheinbaum, nos planteó que se presentara la propuesta para poder tener ese servicio en el ámbito nacional porque la Policía Auxiliar solo nos atiende el área metropolitana, y en algunos estados contamos con fuerzas públicas y policías locales”.
El director del INAH dice que hará la propuesta para contar con esos servicios para este año, ya que, asegura, es una policía muy capacitada, por lo que presentarán las cotizaciones a la federación para poder contar con ese servicio de seguridad, pues los bienes que resguarda el instituto son invaluables.
La austeridad
El cierre por dos días de los museos emblemáticos bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Ciudad de México ha puesto en evidencia una crisis operativa y presupuestal derivada de la transición en los servicios de seguridad, así como las tensiones entre la política de austeridad y la protección del patrimonio cultural.
Así lo cuestiona José Manuel Figueroa Matus, secretario general del Sindicato Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura-INAH.
En entrevista exclusiva con MILENIO, indica que el problema se originó tras la decisión del instituto al sustituir a la Policía Auxiliar de Ciudad de México, que por décadas brindó seguridad a museos y zonas arqueológicas, por empresas privadas ganadoras de una licitación pública federal.
Figueroa Matus refiere que el director del INAH, Diego Prieto, les informó el lunes 2 de junio en una reunión que “la Policía Auxiliar presentó una propuesta económica que superaba en 16 millones de pesos la cotización más alta de las empresas privadas, lo que, bajo los lineamientos de austeridad, resultaba inviable para el instituto pagar ese monto. El argumento central fue la necesidad de reducir costos ante la imposibilidad de erogar más recursos públicos para este rubro”.
Poco personal
El cambio, sin embargo, no se implementó de manera efectiva. Las empresas privadas adjudicatarias —SSS Asistencia y Supervisión S.A. de C.V. y Sistemas Prácticos en Seguridad Privada S.A. de C.V.— no lograron cubrir la demanda mínima de personal capacitado para resguardar los recintos. Trabajadores sindicalizados reportaron que, a pesar de que las empresas entregaron al INAH las fichas de sus trabajadores el lunes 2, día de la transición, las empresas fallaron en colocar al personal necesario y sin que se corroborara físicamente la presencia de los elementos prometidos.
En esa reunión estuvo Pedro Velázquez Castro, director de Seguridad del INAH, quien explicó el procedimiento de licitación en el que las empresas involucradas le entregaron 6 mil fichas de trabajadores, en papel, pero el lunes las empresas fallaron al no colocar al personal que se necesitaba en los museos, “no nos dijeron si habían corroborado físicamente al personal disponible”, dice Figueroa.
El secretario general asegura que en el Museo Nacional de Antropología, donde se requieren entre 50 y 60 vigilantes, solo había 30 presentes. Ante el riesgo de daño, robo o incidentes —recordando el antecedente del robo en 1985—, los trabajadores de este y los demás recintos decidieron no abrir las puertas al público, a fin de dar prioridad a la seguridad del acervo y de los visitantes.
El sindicato denuncia presiones de Velázquez Castro –quien trabajaba antes en el Instituto Nacional de Migración– para que los museos del INAH se abrieran sin el personal suficiente antes del jueves, “lo que fue considerada una orden irresponsable por parte de los trabajadores y directores de los museos”.
BSMM