La marca 'El Oso' es reconocida en México por su tradicional grasa para lustrar zapatos, un producto que ha acompañado a generaciones en el cuidado del calzado. Fundada en 1918 por Prisciliano Pérez Buenrostro, la empresa ha permanecido en manos de la familia Pérez a lo largo de más de un siglo.
Así inició ‘El Oso’
Prisciliano Pérez Buenrostro, originario de Jalpan, Querétaro, llegó a la Ciudad de México a principios del siglo XX.
Inicialmente, trabajó como fotógrafo en el Zoológico de Chapultepec, donde fue testigo de la llegada del primer oso polar al parque.
Esta experiencia lo inspiró para nombrar su futura empresa. Posteriormente, incursionó en el sector ferretero como ayudante de almacén, donde desarrolló habilidades comerciales que lo llevaron a crear su propia fórmula de grasa para calzado. En 1918, fundó formalmente la fábrica 'El Oso', establecida oficialmente el 6 de enero de 1922 en el corazón de la Ciudad de México.
¿Quién es el dueño actual de ‘El Oso’?
Después de que falleciera la cabeza de dicha empresa, Prisciliano Pérez Buenrostro, la dirección pasó a manos de su hijo, Alberto Pérez López, quien consolidó la presencia de 'El Oso' en el mercado nacional.
Fue entonces en el año 2010, cuando la tercera generación de la familia asumió el liderazgo con Alberto Pérez Lozano, nieto del fundador, al frente de la compañía.
Una de sus innovaciones es que la empresa ha buscado expandisrse de manera internacional.
¿Qué pasó en la fábrica de ‘El Oso’?
El pasado viernes 18 de enero, se registró un desalojo en la fábrica de la empresa de grasa de zapatos ubicada en el 145 de la Av. Popocatépetl, en la col. Portales Sur.
Este inmueble tenía más de 100 años de existencia.
Para dicha diligencia participaron cerca de 100 personas encargadas de retirar la mercancía, bajo la supervisión de un actuario.
De acuerdo con autoridades, personal de gobierno central de la Ciudad de México llevó a cabo el desalojo de la fábrica de productos para calzado, debido a una petición de demanda.
Debido a que los productos fueron colocados en la vía pública, el desalojo llamó la atención de transeúntes y automovilistas, quienes lo reportaron a las autoridades.
Sin duda alguna, el legado familiar que hay en la fábrica de ‘El Oso’ sigue siendo relevante para México desde hace su creación.