Mufasa y Simba

Jalisco /

Andrés Manuel anda en sus últimos días de gobierno. El 15 de abril, anunció que a antes de finalizar su sexenio, realizaría una gira por las 32 entidades federativas, a guisa de despedida y en agradecimiento a toda la gente que creyó en él y le brindó su apoyo para portar la banda presidencial durante el período 2018-2024, y por ahí anda con sus baños de pueblo, el pueblo bueno y sabio que tan bien le correspondió a sus guiños.

Lo inusual del caso es que se lleve a las giras a la señora Claudia Sheinbaum y no a su esposa, la señora Beatriz Gutiérrez Müeller, lo que sería lo más lógico, porque finalmente, en primer lugar es su cónyuge y en segundo lugar porque si bien es cierto es que no quiso ser la primera dama ni pretendió serlo, supo estar en las buenas y en las malas con Andrés, y lo justo sería que ella también recibiera el tributo del pueblo bueno y sabio.

Como el título de aquella película “Secretos de Alcoba” de allá por 1959, protagonizada por Rock Hudson y Doris Day. Cuestión muy personal y respetable entre Andrés y Beatriz. Allá ellos y sus cosas.

Que yo sepa, ningún presidente de la república anduvo despidiéndose acompañado de su sucesor; incluso siendo del mismo partido como Fox y Calderón; mucho menos Peña Nieto con Andrés Manuel. Cada uno en lo suyo. Uno, preparándose para entregar y el otro para recibir, procurando hacer las transiciones lo más tersas posible.

Pero en la nueva política, en esta que no es como las otras, el Presidente deja aunque sea por un momento sus responsabilidades y se lanza como estrella pop, a los brazos de las multitudes a recibir el cariño del pueblo bueno y sabio entre porras, vivas, aplausos y lágrimas. La apoteosis. El ídolo se retira.

Pero Andrés no va solo a sus giras de despedida; va siempre acompañado de Claudia.

No bastó que aquella noche del 7 de septiembre de 2023, en el restaurante panorámico que tiene una espléndida vista al Zócalo de la Ciudad de México, Andrés Manuel le entregara a Claudia el bastón de mando. Era menester presentarla también a los súbditos en la gira del adiós y hacer que la reconozcan como su legítima sucesora.

Todo esto me trae el recuerdo de otra película. El Rey León. En esta cinta de dibujos animados producida por la Compañía Disney en 1994, el Viejo Rey Mufasa, presenta a los súbditos a su cachorro, a su hijo, a Simba, para que todos los animales de la selva lo reconozcan como a su nuevo Rey, lo respeten, lo sigan, lo veneren, lo obedezcan. Una reminiscencia de la inmortal obra de William Shakespeare (1565-1616) en Hamlet: “El rey ha muerto, viva el rey, larga vida al Rey”.

Pues asi anda Andrés en su modalidad de Mufasa, presentando a Claudia en su papel de Simba, para que se sepa quien será la nueva Reina, y de paso a los Mufasas como Marcelo, Ricardo, Adán Augusto, Gerardo y Manuel también les quede muy claro que deberán respetar a la nueva Reina de la Selva. Lo malo es que este Mufasa, no tuvo un Rafiki en su gobierno que lo hubiera bien aconsejado. Por eso estamos como estamos.


  • Abel Campirano
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