El año que se va y el que llega

Puebla /

El 2024 llegó a su fin y con él un año que trajo a Puebla su dosis de retos, transformaciones y lecciones. Fue un periodo en el que los cambios de gobierno marcaron la pauta, pero también uno que nos mostró la capacidad de adaptarnos como sociedad y de seguir adelante, a pesar de los obstáculos.

Con la transición de gobierno en el plano estatal, llegaron nuevas promesas y prioridades, pero también una dura realidad: hay trabajo pendiente.

Sin embargo, más allá de los temas de gobierno, lo que realmente destacó este año fue la fuerza de la gente. Puebla sigue siendo un estado donde el esfuerzo diario y el trabajo honesto se convierten en el motor que impulsa a las familias y las comunidades. Es en esa energía donde se encuentra la verdadera esencia de lo que somos.

El 2024 también fue un año de aprendizaje. Aprendimos que la paciencia tiene un límite, pero que con esfuerzo y colaboración siempre es posible construir algo mejor. Aprendimos que los cambios son inevitables, pero que también traen consigo nuevas oportunidades. Y aprendimos que, como siempre, lo más importante está en las manos de la gente que, con dedicación y esperanza, hace que las cosas sucedan.

El 2025 ya se asoma en el horizonte y con él llega la promesa de un nuevo capítulo. Este es el momento perfecto para hacer una pausa, mirar hacia atrás y valorar lo que tenemos, pero también para renovar nuestras metas y mirar hacia adelante con optimismo. Porque si algo nos queda claro es que las historias de éxito no se escriben solas; las construimos todos los días con nuestros actos.

Desde este espacio, quiero agradecer a quienes nos leyeron, acompañaron y compartieron sus opiniones a lo largo del año. Este lugar no sería el mismo sin ustedes. Su confianza es el mayor regalo y el compromiso que nos impulsa a seguir ofreciendo un periodismo cercano, claro y útil.

En estas fechas de celebración, que el espíritu de unidad y fraternidad sea el mejor acompañante en sus hogares. Dejemos que el cierre de este año nos inspire a recibir el próximo con esperanza, energía y, sobre todo, con la convicción de que podemos lograr un futuro mejor.

Que el 2025 llegue cargado de salud, oportunidades y buenos momentos. ¡Feliz Año Nuevo! Nos leemos pronto.


  • Alberto Rueda
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