Como lo estimé aquí, la semana pasada fue clave para Donald Trump y lo catapultó en su búsqueda por regresar a la presidencia de Estados Unidos con la convención del Partido Republicano, entregado por completo a su candidatura y su posición de sobreviviente heroico a un intento de asesinato. En esta semana, que recién comienza, la protagonista ya es Kamala Harris. ¿Logrará alcanzarlo?
Con la salida de Joe Biden de la contienda, Harris debe demostrar y convencer al Partido Demócrata y a los votantes que puede alcanzar a Donald Trump y derrotarlo en noviembre.
La vicepresidenta ya tiene el respaldo de Biden, que era fundamental para avanzar en la búsqueda de la candidatura del partido. También logró el apoyo de los 23 gobernadores demócratas y están por dárselo los líderes en el Congreso. Además obtuvo el de la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
Harris debe dejar atrás su papel reservado dentro de la administración Biden y retomar el rol protagónico que tuvo en los primeros meses del gobierno. Desde el exterior, Harris parecía abandonada dentro de la Casa Blanca.
El secretario de Estado, Antony Blinken, destacó más en estos años por el involucramiento de Estados Unidos en Ucrania e Israel. Y aunque a Harris se le asignaron tareas relevantes, como el manejo de la crisis en la frontera, se desentendió y los secretarios del ramo, como Alejandro Mayorkas de Seguridad Nacional, asumieron las labores. Ya en el último año la asesora en seguridad, Elizabeth Sherwood Randall, trajo los mensajes a México en materia migratoria y de cooperación en el combate al crimen organizado.
Ahora Harris debe aprovechar la oportunidad para tomar las riendas de la candidatura presidencial, ganarse al partido y crecer en la preferencia electoral no solo para derrotar a Trump, sino para convertirse en la primera presidenta de su país. Vaya semana para acaparar la atención.
México sigue desconectado
Así como no hubo presencia del actual, ni del próximo gobierno de México en la convención del Partido Republicano, tampoco hay alguien siguiendo los discursos de los candidatos (Trump y ahora Harris).
El fin de semana se fueron con la finta ante las críticas que el republicano estaba haciendo de la forma en que Marcelo Ebrard aceptó su solicitud de desplegar 28 mil soldados para frenar la migración, inmediatamente después habló del estúpido con bajo IQ que negocia con el exterior, refiriéndose a Biden. Pero aquí no le entendieron.