Milwaukee, Wisconsin.
Faltan 110 días para la elección presidencial de EU y esta semana es clave para el Partido Republicano y sus candidatos a presidente y vicepresidente para atraer a más votantes y consolidar la ventaja que, en la mayoría de encuestas, tienen sobre la campaña demócrata que encabezan Biden y Harris.
Esta ciudad de Wisconsin, uno de los estados bisagra que por lo general definen la elección, es sede de la convención en la que el ex presidente Donald Trump es formalmente nominado, por tercera vez, como candidato presidencial. La zona está completamente blindada y acapara mayor atención tras el intento de asesinato del sábado en contra del republicano.
La clave de lo que ahora en adelante se discuta está en el proyecto de gobierno y el mensaje de unidad o polarización que aquí emerja.
Familiares de Trump, ex funcionarios y ciudadanos afectados por las políticas actuales tomarán el escenario y hablarán de lo que consideran fracasos. Mostrarán el impacto económico y presentarán su plan para que “América sea rica otra vez”. Se victimizarán de la política migratoria y la crisis de drogas para proponer que “América sea más segura”. Mostrarán la supuesta debilidad frente al mundo para que con ellos “América sea fuerte otra vez”. Finalmente, el jueves, cuando Trump acepte la nominación, se concentrarán en mostrar cómo con él “América será grande otra vez”.
El ex presidente modificó por completo el discurso para esa noche y ya eligió a su compañero de fórmula (J.D. Vance), palabras y perfil con los que los votantes indecisos evaluarán si Trump podrá contenerse de las políticas y posturas radicales que lo caracterizan.
Los republicanos dedicarán la semana a hablar bien de su líder, dirán que es fuerte y capaz de gobernar, ahora un sobreviviente a un ataque en su contra.
Los demócratas tendrán que consolidar su proyecto, seguir defendiendo los éxitos de la actual administración y contener las voces internas que llaman a una sustitución urgente de su candidato. No les queda más que intentar verse fuertes y prepararse para mostrarlo en un mes en su propia convención en Chicago. Tienen una semana para reacomodarse, pues, a diferencia de las anteriores, ésta es la semana de Trump.
¿Y México?
La 4T seguirá los trabajos de la convención republicana a distancia. No hay representación diplomática, ni política para al menos tomar nota de las propuestas económicas, de seguridad, combate al crimen y migración que nos impactarían y que aquí se van a delinear.