Sabido es por la banda que frecuenta conciertos de rock que un grupo suele llevar un repertorio en el que promueve su más reciente material, ese que da cuerpo a la producción apenas salida del horno y que normalmente da nombre a la gira en curso, selección que bien puede comerse la mitad de la velada. Es un hecho que, conocido de sobra, no deja de acarrear desilusiones a los súbditos que acuden en masa a venerar a sus ídolos.
Hace algunos años le preguntaron al gran Ian Gillan, voz de Deep Purple, si no se cansaba de cantar su éxito “Smoke on the Water”, himno indispensable de la historia del rock y acaso la rola con más versiones grabadas en producciones en vivo, además de tener el riff más famoso del orbe. “El día que me canse de cantarla, me retiro”, respondió entonces el hoy casi octagenario icono del hard rock, que no ha dejado de incluir la pieza en el set list de cada tocada.
Pero otros grandes difieren. Por razones diversas. Los Rolling Stones, por ejemplo, dejaron de tocar en vivo “Sympathy for the Devil” primero porque durante un concierto en Estados Unidos la pandilla de los Hell Angels mató a un negro a golpes mientras la banda ejecutaba esa canción y décadas después debieron limarla, porque Martin Scorsese, increíble, les pidió eliminar la parte de quién mató a los Kennedy para un documental.
Tiempo después del experimento de su regreso a los escenarios para el Live Aid con el desastre que supuso la colaboración de Phil Collins en la batería, Robert Plant y Jimmy Page emprendieron una gira que los trajo a México, promovida como Plant & Page aunque todos sabíamos que era Led Zeppelin, y ante la incredulidad del respetable que colmó el Palacio de los Deportes, no tocaron “Stairway to Heaven”, rola que por aquellos años había ganado en un concurso de radio por la mejor rola de la historia del rock.
Una omisión de ese tamaño ha ocurrido el miércoles cuando a Iron Maiden se le olvidó incluir “The Number of the Beast” y “Run to the Hills” en su concierto en el ex Foro Sol ante la sorpresa de 52 mil fieles. Increíble.