La leyenda que da vida eterna a los vampiros se ha hecho realidad en obras literarias, cinematográficas y hasta de videojuegos. No pasa un año sin que algún escritor, cineasta o editor lancen una novedad y como nos hace ver Antonio José Navarro en el prólogo de Sanguinarius (Valdemar, 2010), titulado “Pasión por la sangre”, ya abundan las mujeres escribiendo del género, como Anne Rice, Laurell K. Hamilton, Charlaine Harris, Chelsea Quinn Yarbro, Emma Holly y Angela Knight, entre otras.
Ya sabemos, entre otras fuentes también por otra antología de Valdemar, Vampiras, que cunden los personajes femeninos de protagonistas, villanas y antiheroínas, como en “La muerta enamorada” de Théophile Gautier y “Carmilla” de Sheridan Le Fanu, pero también en el cine ellas han dejado su huella de sangre con interpretaciones de actrices de la talla de Catherine Deneuve en El ansia (Tony Scott, 1983), con David Bowie, y de Kate Beckinsale en la saga Inframundo que inaugura el director Len Wiseman en 2003.
Van y vienen versiones de vampiros, pero el creado por Bram Stoker en su novela Drácula (1897) es la referencia insoslayable junto con el Nosferatu (1922) de Murnau en la cinematografía. Apenas el año pasado se estrenó El último viaje del Demeter, titulada también Drácula: mar de sangre, que no es otra cosa que la recreación del capítulo sobre el viaje del barco que traslada al conde a Londres.
Como el tema es inagotable, como la sed de sangre del célebre personaje, también hay una serie en Netflix que recupera Entrevista con el vampiro, la novela de Rice que dirigió Neil Jordan en 1994 con Tom Cruise y Brad Pitt, aunque ahora con un negro en el rol principal,
Jacob Anderson, y un libro extraordinario titulado Vampires Never Get Old: Tales With Fresh Bite (Imprint NY, 2020), recopilado por Zoraida Córdova y Natalie C. Parker, que pretenden con esta antología de once relatos demostrar que no hay una manera única de escribir sobre estas criaturas nocturnas.