Clara, Taboada y la comunidad LGBT

Ciudad de México /

Pasó algo que me tiene escandalizado, asustado y sorprendido: el viernes 17 de mayo fue el Día Internacional en contra de la Homofobia, la Transfobia y, para acabar pronto, de todas las LGBTfobias.

México es un país que mata a los miembros de la comunidad LGBT y aunque la Ciudad de México es una excepción de vanguardia, hay mucho qué hacer por este colectivo al que orgullosamente pertenezco.

Estamos en campañas. Era el momento perfecto para que las candidatas y los candidatos se pronunciaran, para que se lucieran, para que conquistaran el voto de la diversidad que sí, es mucho muy importante.

Si no me cree lo invito a investigar lo que el dinero LGBT le deja a la nación. Estamos hablando de verdaderas fortunas. Imagínese lo que representa la traducción electoral de todos esos negocios, de todas esas marchas, de todas esas multitudes que, a diferencia de otras, sí salen a votar.

El caso está en que la comunidad, especialmente la de la capital, por lo que significa históricamente en la lucha por los derechos LGBT, estaba ansiosa de escuchar a los candidatos a jefe de gobierno y organizó, a través de Impulse, un foro verdaderamente serio, glorioso, espectacular.

Quienes estamos en esto, que somos millones, esperamos durante meses este foro y todos los candidatos fueron, con la valentía y la seriedad que esto significa, menos Santiago Taboada.

El señor se fue a otro lado, a otro evento organizado para él, a modo.

Perdón pero así no funcionan las cosas. Es como si las estrellas Michelin que se acaban de entregar, las hubieran dado en una fiesta privada en la Basílica de Guadalupe.

¡No! ¡No es la comunidad! ¡No es el perfil! ¡No es lo que tiene que ser!

Como miembro del colectivo LGBT se me hace una absoluta grosería que el señor no le haya querido dar la cara a mi gente, en nuestros espacios.

Una grosería tan profunda como que ahora diga que nos ama y que va a hacer muchas cosas lindas por nosotras, por nosotros y por nosotres cuando dejó la alcaldía Benito Juárez llena de letreros que definen la familia en términos homofóbicos.

Yo quería, como muchas, muchos y muches, que nos viera a los ojos y nos dijera por qué siempre estuvo en contra de nuestros derechos, por qué sus compañeros de ruta están a favor de las terapias de conversión y todas esas barbaridades.

Pero no, en su fiesta todo fue como él quiso, cómodo y festivo. Obviamente tengo miedo porque si así fue en un día tan especial no me quiero ni imaginar lo que va a pasar si queda como Jefe de Gobierno.

Está de más que le explique, como experto en comunicación, que no quepo en mí ante este gravísimo error en la narrativa. Es la homofobia en el día en contra de la homofobia. Es no saber o no querer hacer las cosas. Es mandar el peor de los mensajes.

Yo, como cientos de miles de miembros de la comunidad LGBT, me sentí profundamente decepcionado, herido y aunque vi lo de Impulse, necesitaba más.

¿Qué fue lo que hice? Fui al evento LGBT de Clara Brugada en el Parque de los Venados, en el corazón de la muy panista alcaldía Benito Juárez.

Para mi sorpresa, no me doraron la píldora, no me prometieron el cielo, el mar y las estrellas, no me hicieron las típicas promesas bonitas de todas las campañas.

La candidata de Morena nos ofreció un discurso de un profesionalismo admirable. Se nota que nos conoce, que sabe de nuestros problemas.

Se fue conflicto por conflicto, necesidad por necesidad y ofreció solución por solución pero explicando el cómo, con experiencia, con los caminos a través de los cuales llegará a esas nuevas conquistas.

Después de la agresión de Taboada yo no esperaba nada y Clara ahí, en el territorio de Taboada, le dio una cachetada con guante blanco al PRI, al PAN y al PRD y nos iluminó a todas, a todos y a todes.

Por si esto no fuera suficiente, Lety Varela, candidata a la alcaldía Benito Juárez, muchos otros candidatos y la plana mayor de Morena tomaron el micrófono y construyeron algo muy inteligente: una sinergia con el megaproyecto LGBT de Claudia Sheinbaum.

Eso habla de unión, de planeación, de solidez. De que todos están juntos y convencidos de esto. ¿Así o mejor?

Bueno, sí, se puso mejor porque al final, tal y como ya lo había hecho en otras áreas como la de cultura, Clara Brugada y los asistentes firmaron un compromiso público con un decálogo LGBT verdaderamente glorioso, un sueño convertido en realidad, especialmente para los que hemos visto la evolución del colectivo desde hace más de 40 años.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Retroceder no es una opción. ¡Qué pena que un personaje mediático tan carismático como Santiago Taboada haya perdido la oportunidad de ganarse el voto LGBT!

¡Qué orgullo que la izquierda haya sido congruente en su lucha por los derechos humanos, en su compromiso con la comunidad y que haya ofrecido algo así de formal!

Luche con todas sus fuerzas por escuchar el discurso LGBT de Clara Brugada y por conocer los diez puntos que firmó el 17 de mayo. Así es como se tienen que hacer las cosas. ¡Felicidades!


  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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