¿Querías un reality que construyera un mundo mejor?

Ciudad de México /

La noche del jueves 5 de septiembre fue un momento importante para los medios, la cultura y la diversidad de México y del mundo.

¿Por qué? Porque en la sala Plácido Domingo del magnífico Conjunto Santander de la ciudad de Guadalajara se llevó a cabo la final de la segunda temporada del reality show “Drag Race México”.

¿Cómo es posible que se haya llevado a cabo ahí la final de este concepto, creado por RuPaul, si el episodio fue grabado con anticipación?

Porque para efectos de producción se grabaron todos los finales posibles pero el real, el que se transmitió por WOW, fue el que miles de personas conocimos ahí, al mismo tiempo que las audiencias de esa plataforma en México y en el resto del mundo.

¿En qué me baso para afirmar que ése fue un momento importante para los medios, la cultura y la diversidad?

“Drag Race México” es un reality de “drags”. Lo “drag” es un universo grande, hermoso y complejo que sigue sin ser entendido en muchos sectores de nuestra sociedad.

Quiero que se ponga a pensar en lo que fue para la gran franquicia de “Drag Race” que esto saliera de la Ciudad de México y que se efectuara en un teatro de lujo, de cuatro pisos, con capacidad para más de mil 300 personas, completamente abarrotado.

Pero espérese, al lado, en la explanada del Complejo Santander, frente a la pantalla monumental al aire libre de la Cineteca de la Universidad de Guadalajara, había otra multitud de más de mil personas mirando aquello completamente gratis.

A esto súmele la alfombra roja cubierta por canales como Multimedios Televisión y por plataformas como Escándala, las fiestas engalanadas por shows como el de Turbulence Queen y Burrita Burrona, y las premiaciones adicionales como la que hizo la gente de Puerto Vallarta.

Este fenómeno multitudinario no había pasado jamás en la final de ningún “Drag Race” de ninguna parte del mundo. ¡Jamás! Gran mérito para Alex Serratos, el organizador de todo.

México es, hoy por hoy, la segunda plaza más importante para “Drag Race” después de Estados Unidos superando por mucho a Inglaterra.

¿Ahora entiende lo que está pasando aquí? Es un cambio social. Es un cambio mediático. Y ni modo de etiquetárselo a un solo partido político porque Jalisco tiene un gobierno diferente al de la capital de la nación.

No hay peor ciego que el que no quiere ver y la temporada dos de “Drag Race México” ha sido una pieza clave para muchas cosas buenas como la inclusión, el respeto y la sororidad entre hermanas “drags”.

¿Qué pasa con el tema cultural? Algo que se tenía que poner sobre la mesa: lo “drag” es cultura.

Si usted no sabe nada de esto o va atrasado, le suplico que descargue la app WOW y que goce no sólo de la temporada dos de esta obra cumbre de la producción de contenidos en México.

Quiero que observe con detenimiento lo que pasa ahí en fondo y forma, lo que se dice de la mujer, del VIH, de la salud mental, de las discapacidades y de muchas otras cuestiones.

Y quiero que aprecie la evolución. Lo más admirable de “Drag Race México” es que, de la temporada uno a la dos, sí se nota el crecimiento del “drag” mexicano.

Nuestras “drag” son auténticas artistas, creadoras, orgullo de México. ¿Y sabe qué es lo que más llama la atención? La visión de los productores, de los jurados como Oscar Madrazo, y de Lolita Banana y Taiga Brava, las grandiosas conductoras de este título.

La razón es muy simple: su acento no está puesto en los errores, en los escándalos o en las vulgaridades. Su acento está puesto en los aciertos, en los valores, en la construcción de un mundo mejor.

Christian Peralta, el hombre heterosexual que ganó la temporada uno, cambió por completo el esquema de lo “drag” en México incluso hacia el interior del colectivo.

Leexa Fox, la ganadora de esta segunda temporada, va por eso y por más. Su talento es inmenso. Estamos hablando de una chiquita de 23 años que crea, canta, baila, actúa, diseña y piensa a un nivel revolucionadísimo.

Es la voz de una nueva generación que ni remotamente se enfrentará a lo que se enfrentaron las grandes pioneras de esto como Francis, Ricky Lips y Mamá Bree.

Todo lo que usted siempre quiso ver en un reality show estuvo y está en la temporada dos de “Drag Race México”.

Y sí, esto es noticia. Y sí, esto se tiene que comentar. Y sí, esto se tiene que celebrar. ¡Felicidades! ¡Así se hace! Nos vemos en la temporada tres.


  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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