Un benéfico tubérculo

Estado de México /

Entre las muchas herencias que tenemos de las culturas prehispánicas están nuestros hábitos alimenticios, ya que seguimos consumiendo calabaza, frijol, chile, maíz, quelites, nopal, insectos, gusanos de maguey, escamoles, ahuautle y múltiples variedades de la flora y la fauna que son parte de nuestra cultura y de la aceptación que a nivel internacional tiene la comida mexicana.

Esta herencia fue uno de los muchos motivos que sorprendieron a los conquistadores y que se pueden encontrar registrados en el Códice Florentino (realizado entre 1575 y 1577) donde sobre el territorio descubierto se expresa: “era un jardín poblado de todos árboles fructíferos y de todas maneras de yerbas, donde hay ríos y fuentes de diversas maneras. Esta lleno de aves, animales y peces de todo género”.

Entre toda esta riqueza algunos alimentos se consideraban sagrados encontrándose entre ellos un tubérculo, que conocemos como jícama y cuyo nombre proviene del náhuatl xicamatl (raíz con agua) por contar con  característica única, pues a diferencia de la papa o el nabo más que hidratos de carbono la jícama posee hasta un 87% de agua e incluso se le conoce en algunos lugares como “manzana acuática”

La jícama con nombre científico Pachyrhizus erosus se le conoce también como nabo mexicano, es originaria de México y América Central con registros de su consumo en las culturas, tolteca, mexica, maya y zapoteca

Los españoles la introdujeron a las Filipinas y de ahí paso a Indonesia, Asia y China y actualmente es apreciada en todo el mundo.

La jícama además es muy versátil, es baja en calorías, contiene fibra con oligofructanos por lo que se considera probiótica, es decir, que favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas para el intestino.

La parte comestible es su raíz tuberosa que produce jícamas de diversos tamaños incluyendo la conocida como piñatera. Pero la planta contiene elementos que pueden ser tóxicos

La producción de este tubérculo de alta demanda, genera fuentes de trabajo, informa la Secretaría de Agricultura, ya que en el 2023 se produjeron más de 187,917 toneladas con mayor énfasis en el estado de Nayarit

La jícama es beneficiosa para la salud, tiene antioxidantes, disminuye el colesterol, participa en el control de la diabetes, contiene vitamina C y es antinflamatoria.

En la cercana época de calor disfrutemos de una jícama que seguramente será un gozoso hidratante. 

  • Arlette López
  • Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM
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