Cena al mediodía

Estado de México /

La cocina aún resguarda algunas cacerolas con restos de comida que, de no refrigerarse pronto, comenzarán a desprender olores agrios. Julián, de escasos 4 años, aún se asombra por los festejos, debido a que pudo comer hasta la madrugada, aunque esto le trajo ruidos extraños en su panza. Todavía falta la noche donde se corta un pan con dulce encima y la mañana siguiente, donde aparecen juguetes bajo el árbol de Navidad, junto a sus zapatos. Ante tal escenario el pequeño comienza su proceso de concientización del ser con la siguiente pregunta ¿Por qué cenamos tan tarde?

Los seres humanos, durante toda nuestra historia, hemos buscado darles sentido a nuestros gustos, nuestros actos y hasta a nuestras excentricidades. La comida forma parte de estasexcentricidades, así como los modos de comerla, incluyendo los momentos del día. Con base en las celebraciones recientes es como podemos hacernos la misma pregunta que Julián. ¿Por qué tanto en Noche Buena/Navidad, así como en Año Nuevo el banquete o comilona es a la medianoche?

Aunque no tenemos una respuesta específica, podemos darnos una idea con la investigación del periodista inglés del siglo XIX Thomas de Quincey, quien en su ensayo Cenas reales y presuntuosas, explica el uso y origen de la palabra coena. Con esta palabra se designaba a la única comida formal que realizaban los romanos que vivían en las ciudades. De la cual podemos hacer una distinción con la comida realizada por los militares en tiempos de guerra o en campamento, la cual se conocía como prandium. En el caso de la coena, se tenía una hora fija para llevarla a cabo, la cual era al mediodía. Si nos colocamos los anteojos analíticos podemos deducir que la coena tiene un cierto parecido con la palabra cena, la cual se realiza por la noche o al caer el Sol, dependiendo de distintas nacionalidades.

Si bien la coena tuvo diferencias de horario a lo largo del tiempo, era reconocida por ser una comida abundante y que, al tener un protocolo, denotaba principios de civilización. Esto fue cambiando durante los siglos XVI y XVII, pasando de las 11 de la mañana a la 1 de la tarde, dando como resultado un desface de dos horas. Más tarde, con el paso de la Revolución Inglesa, este pasó hasta las 4 de la tarde. Para el momento en que las universidades marcaron la batuta del progreso, espacios como Oxford recorrieron la cena a las 5. Y, una vez detenida la avanzada de Napoleón, en la Batalla de Waterloo, se instauró las 6 de la tarde como el mejor momento para la comida. A partir de este punto, según Thomas de Quincey, si la cena era más festiva, se podía prolongar hasta las 10 de la noche. Es de esperarse que, junto con la correlación de nacimiento de Jesús, según la tradición Cristiana, y el inicio de un ciclo anual, se dé realce a estas festividades, dando por sentada la cena hasta altas horas de la noche.


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