Las calladas del boom son escritoras ignoradas por aquel grupo conformado por puros autores entre los que destacan Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa; un patriarcado literario fomentado por su agente comercial, una mujer: Carmen Balcells. Dice Luisa Valenzuela que la obra escrita por Eve Gil es “un libro sabio” que proyecta “luz sobre las sombras” de mujeres creadoras a lo largo del continente latinoamericano.
Eve Gil es vehemente en su empeño con este boom “inclusivo”. No es la “muñeca rota” de uno de sus libros. Un volcán de palabras para resumir vida y obra de sus protagonistas en la literatura. Destruye prejuicios —“son muy malas”— y levanta el ánimo para leer la selección sin excluir a ninguna. Son ensayos de vuelo literario y profundidad de primer orden. No deja resquicio a la duda. Eve Gil se entrega con pasión a cada una de ellas: 20 elegidas (imposible nombrarlas en este espacio breve, aunque diré que seis son mexicanas). Nadie sobra.
Es un libro que no merecería ser ignorado. La Eve escribió a conciencia Las calladas del boom. No es un libro antiboom, no: es la ausencia y reparación de escritoras necesarias en nuestro continente, víctimas de la comercialización que las editoriales acostumbran con sus autores/as. Ahora que despierta el interés por la literatura de ellas, en vez de promover nuevas creadoras, habría que mirar atrás y descubrir el universo completo. Un libro disfrutable, complejo en su construcción, donde Eve Gil muestra sus dotes de escritora de primer nivel. Digno de premio ya solo por su ardua investigación.
Este libro eleva a Eve Gil como una de las mejores ensayistas literarias: se coloca como el espejo de ellas, las que describe en su obra: la Eve Gil que conocemos en el campo cultural y que, sin embargo, aún no se le otorga el lugar relevante que merece. No debe ser un libro más de “borrón y cuenta nueva”, ya se publicó, ya pasó su reseña, ya no es novedad, el que sigue… Si hay justicia literaria Las calladas del boom tendría que ser texto en talleres como lo es Protagonistas de la literatura mexicana, de Emmanuel Carballo, por ejemplo.
Larga vida a la obra de Eve Gil que, además, sabe mucho de cine.