Lo recuerdo en Mazatlán:
Gustavo Sáinz invitó a escritores a fundar el suplemento La semana de Bellas Artes, en los 80. Eran compañeros de generación de periodismo, en la UNAM, reconocidos en el campo cultural: Arturo Trejo Villafuerte, José Buil, Josefina Estrada, Enrique Aguilar, Sergio Monsalvo, Víctor M. Navarro, entre otros. Buil terminó en el cine (Perfume de violetas). Enrique Aguilar hizo un libro sobre Elías Nandino, sin consentimiento. Josefina Estrada es autora de varias novelas y cuentos. Víctor M. Navarro hace poesía. Arturo Trejo Villafuerte fue cronista y poeta. De entre ellos destacaba Ignacio Trejo Fuentes, narrador y cuentista, sobre todo, crítico literario. No fui amigo de ninguno pero tuvimos trato cordial.
Trejo Fuentes pudo cambiar su vida si hubiera aceptado la propuesta del investigador J. S. Brushwood, autor del Fondo de Cultura Económica (México en su novela). Brushwood lo instó a dejar el país para dar clases en Estados Unidos. Nacho declinó. Su destino se conoce: murió el 30 de mayo de 2024 tras la amputación de una pierna. Nunca pensé en él como autor de una novela o cuento que marcara la literatura nacional. Era, sí, un gran lector de libros y crítico literario.
Si el estado de Hidalgo quiere exaltar al escritor deberían buscar en diarios, revistas y suplementos del país sus ensayos y críticas a libros fundamentales de la novela y el cuento en México. Descubriríamos a un crítico con criterio y se crearía un mapa posible de nuestra cultura. Un autor del que casi no circulan sus libros. Un autor que apoyó a escritores nobeles como Enrique Serna, David Toscana o Juan José Rodríguez, hoy reconocidos.
Fui cercano a Trejo Fuentes cuando me invitaron de jurado del Premio Mazatlán de Literatura. Él fue miembro desde 1998 hasta 2007, y después, de 2014 a 2017, regresó, justo los años que compartí con él discusiones, junto con Juan José Rodríguez. En esas sesiones me tocó ver su caída. Notaba esa especie de hartazgo para vivir: por la economía, la incomprensión hacia los creadores, su alcoholismo. Por eso insisto en que si se le quiere recordar, su estado natal, Hidalgo, publique la recopilación de sus textos críticos.
Logremos que descanse en paz.