Hay que decir que lo sucedido en estos días en relación al movimiento que se llama de la cuarta transformación es una joya de esas que lo pintan de cuerpo entero y, de paso, nos ayuda a entender cómo está la cosa y de qué se trata.
La presidenta Claudia Sheinbaum manda una carta a Morena hablando de la historia del movimiento, la lucha de tantos años, el fundador López Obrador, principios, compromiso, unidad, austeridad… en fin, usted ya sabe de qué hablo.
Horas después, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, también del movimiento desde hace mucho, nombra para dirigir el Metro de la capital —sí, todo eso— a Adrián Rubalcava. Y entonces voceros y miembros de la cuarta explotan, se quejan, alegan.
Todo esto es un poema, bien dice un buen amigo, riéndonos.
Valga decir algo. En las horas después del nombramiento, los cuatroteros y cuentas raras en redes sociales han salido a acusarlo de cualquier cantidad de cosas. Vaya usted a saber.
Un par de cosas sí son ciertas.
La trayectoria política de Rubalcava está construida en otros partidos cuando Morena ya era Morena. Tanto así que en 2023 se inscribió para competir y ser candidato a la Jefatura de Gobierno por la alianza que compitió contra Morena y “el movimiento”; cuando esa alianza decidió otra cosa, se vistió de morenista muy rápido.
Al menos por su trayectoria, Rubalcava no es mucho más que un grillo al que le gusta el poder. Recordemos que hoy la alcaldía que él gobernaba la ganó… el PAN. Ni eso entregó a su nuevo partido.
Luego está su nuevo puesto. El Metro de la ciudad, el más grande sistema de transporte colectivo del país, lleva décadas sin mantenimiento adecuado, saturado y todo agravado por aquello de la austeridad republicana en los últimos años.
¿Qué experiencia tiene el señor Rubalcava para hacer lo que se necesita hacer en el Metro? Dejen le sigo buscando y en unos días les digo que encontré. Por lo pronto, nada.
El asunto llegó a la mañanera y dijo la Presidenta: “Hay que darle una oportunidad a Adrián. A todos quienes critican, les recomiendo que vuelvan a leer el capítulo del libro ¡Gracias! del presidente, porque a las personas se les evalúa en distintos momentos. Adrián Rubalcava, él toma la decisión de salirse del PRI, apoyar a nuestro movimiento y hay que darle la oportunidad de que desempeñe un buen papel al frente del Metro, que yo creo que así va a ser. Entonces, ya, critíquenlo después de que desarrolle su actividad”.
O sea, ya confesó sus pecados. Puede comulgar.