El dilema de Claudia frente a Zaldívar

Ciudad de México /

Las cosas iban bien. La campaña no había tenido mayores sobresaltos; el primer debate había resultado cómodo, declarada ganadora hasta por los que no votarán por ella; la competidora había tenido tropiezos complicados para quien quiere revertir la desventaja; las encuestas —cualquiera que usted elija— no se han movido demasiado, nada que preocupe a la que va en primer lugar en todas; su líder histórico seguía haciendo la campaña de ataques a opositores desde el privilegiado sitio mañanero, provocando a la oposición a hablar más de él —que no está en la boleta— que de ella, y el árbitro electoral apenas y se queja.

Si alguna bronca tenía la campaña estaba dentro de su partido, con cuadros que se sienten desplazados por el equipo cercano a Sheinbaum, por el perfil de algunos de los que están operando la campaña o preparando programas de gobierno, por la aparente distancia con cierta candidata.

No contaban con Arturo Zaldívar.

No era mala idea que un profesional del derecho como el ex ministro encabezara el grupo que estaría pensando en qué hacer con la procuración de justicia en el país. Pero no está claro que alguien anticipara que se convertiría en un vocero enojón, exasperado, con más adjetivos que la candidata a la hora de hablar, escribir o tuitear de la oposición —basta ver lo que pasó después del debate en la tele—. Un fan más que claudista y cuatroteísta que Claudia y la 4T. Nadie del equipo de Claudia, creo, contempló que, además, aprovecharía su nueva posición pública para irse contra sus ex compañeros y la institución que presidió.

Ahora la denuncia y la apenas iniciada investigación en contra de sus cercanos ha tenido efectos reales. Zaldívar sale más en medios y redes que la candidata, que recibe cualquier cantidad de preguntas sobre el asunto en sus encuentros con la prensa. Ayer mismo quedó claro en uno de esos que Sheinbaum lo que ya no quiere es hablar del asunto.

No solo eso. La decisión de Zaldívar apoyada por el líder de Morena de iniciar juicio político contra la ministra Piña —que, por lo demás, no sucederá como bien lo dice el trascendido de MILENIO ayer— consiguió unir a jueces y magistrados que ya salieron a defender a la presidenta de la Corte.

Nadie quiere, si gana una elección, arrancar la Presidencia con el Poder Judicial —más allá de que quiera reformarlo— en contra por los líos particulares de uno de los del equipo que tal vez se ha olvidado de que la protagonista, la que importa, es la candidata.


  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
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