El país de los 60 balazos y la autoridad que nunca está

Ciudad de México /

San Mateo Piñas es un pequeño municipio de Oaxaca en la Sierra Madre del Sur. Poco más de 2 mil habitantes en 161 kilómetros cuadrados, dice el Inegi.

Es un municipio, como tantos en Oaxaca, pobre y con altos grados de marginación. Sus gobernantes se eligen bajo el método de usos y costumbres. La presidenta municipal se llamaba hasta el domingo Lilia Gema García Soto.

En ese pequeño municipio, este domingo llegaron un puñado de asesinos y descargaron armas de grueso calibre 60 veces. Sí, 60 veces. Se encontraron 60 casquillos, 49 de calibre 2.23, cuatro calibre 5.56 y siete calibre 9 milímetros.

“Es decir, fueron armas de alto poder, que utilizaron para privar de la vida a la presidenta municipal”, aseguró el fiscal del estado.

¿Cómo es que en ese pequeño municipio, en ese pequeño pueblo cabeza municipal llegan hombres (muy) armados y asesinan brutalmente a la presidenta mientras despacha en su oficina? ¿Por qué? ¿Qué no vio la autoridad? ¿Qué no quiso ver?

Las autoridades —no se rían— ya especulan, como lo hacen siempre en este tipo de tragedias, con motivos. Que si había presentado una denuncia contra ex funcionarios municipales por el presunto robo de 120 mil pesos, que si es un conflicto entre facciones políticas en la zona, que si tiene que ver con la extorsión en relación con la madera que se tala en aquel territorio, en fin. No tienen idea, pero lo peor es que nunca la tuvieron, porque cualquiera de esas razones debió provocar algún tipo de prevención y protección de la hoy asesinada.

En aquel pequeño pueblo, un asesinato que uno imagina —por sus maneras— en otra parte. Eso sí, las autoridades —de verdad, no se burlen— siguen el ritual al que estamos acostumbrados desde hace lustros, décadas.

Dicen: “Ante el reporte, la fiscalía de Oaxaca, junto con la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, montó un operativo de seguridad en la zona”. Un poco tarde, ¿no?

Y, claro, el gobernador: “Condenamos enérgicamente el asesinato de la presidenta municipal de San Mateo Piñas, Lilia Gema García Soto. No puede haber impunidad ante este acontecimiento. Vamos a colaborar con la fiscalía del estado para esclarecer los hechos y hacer justicia. Mis condolencias a sus familiares”.

Así. Sesenta balazos en un municipio de poco más de 2 mil personas.


  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.