Con base en los reportes mensuales que lleva muchos meses realizando la organización Data Cívica con el nombre de “Votar entre Balas”, ayer, junto con México Evalúa y Animal Político presentaron una nueva etapa del proyecto que se trata de cómo entender esos números que siguen creciendo con cada elección, más ahora, cuando estamos en el proceso de la más grande de la historia por los puestos en juego.
“Democracia vulnerada” se llama el muy buen reporte que completo se puede encontrar en votar-entre-balas.datacivica.org.
El análisis de los números de los últimos años deja las cosas muy claras.
Como otros análisis de expertos han explicado recientemente, la estrategia de los grupos criminales por cambios en los mercados de drogas de los que vivieron tanto tiempo, han decidido ejercer su criminalidad en el territorio por medio de la extorsión, el derecho de piso y la toma de negocios completos.
Y para esto, necesitan a las autoridades municipales, las más cercanas a la gente, a ellos.
La violencia ahí se concentra.
El reporte analiza asesinatos, atentados, amenazas, secuestros, desapariciones, ataques armados que dejaron víctimas letales contra autoridades electas, candidatos y candidatas, fuerzas de seguridad, familiares de estos personajes, y ataques a instalaciones de gobiernos y partidos.
Los números de los últimos años: Setenta y siete por ciento corresponde a puestos municipales. Se registraron agresiones en 581 municipios que concentran 75 millones de habitantes: sesenta por ciento de la población mexicana.
Dice el informe: “Un cuarto de las víctimas se concentra en administraciones morenistas, lo cual es lógico dado que Morena es el partido que más ayuntamientos ganó en las elecciones de 2018 y 2021. PAN, PRI y PRD han competido como coalición en la mayor parte de los municipios, este grupo de oposición concentra más del 40% de los ataques”.
Dos de cada cinco víctimas han sido fuerzas del orden. Un tercio de las víctimas se han concentrado en las presidencias municipales, entre alcaldías, sindicaturas y regidurías. La quinta parte de las personas atacadas son del área de elecciones y campañas, en especial quienes ocupaban candidaturas.
Los números y el análisis no dejan duda, el interés del crimen organizado está en lo local.
La pregunta es quién está haciendo algo para frenar esto. O quién lo hará a partir de octubre, cuando hayan ganado en muchas partes los que hoy a balazos se quedan con territorios.