Después del hostigamiento y maniobras legales de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, contra el medio Tribuna y su ex director Jorge González que han cerrado el medio y tienen amenazado con medidas absurdas al periodista, el miércoles en la conferencia mañanera, cuando le preguntaron al respecto, la presidenta Sheinbaum dijo:
“—Está garantizada la libertad de expresión y las y los gobernadores deben garantizarla.
“—¿Le haría un llamado a Layda Sansores para que...?
“—Pues necesito ver exactamente cuál es el tema en Campeche, enterarme bien, pero todo lo que tenga que ver con coartar la libertad de expresión no debe ser castigado y menos penalmente”.
Para el jueves, el tono había cambiado un poco. La Presidenta: “Entonces ya, eso ya pasó. Ahora viene lo siguiente: ‘¡censura!’, ‘censura en Puebla’, ‘censura en Campeche’, ‘censura en…’; ya ahora es la nueva, el nuevo tema de crítica al gobierno. Libertad de expresión siempre la vamos a defender. Ahora hay casos específicos que hay que ver qué es lo que… cuál es el tema, pero nuestra posición es libertad de expresión”.
—¿No hay de qué preocuparse, entonces? —le preguntaron.
—Libertad de expresión; cuando dicen que “hay autoritarismo”, la gente dice: “¿cómo que autoritarismo, si hay libertad total en el país?
El fin de semana la Presidenta fue a Campeche a presentar el programa Salud Casa por Casa. Tuvo un par de eventos, siempre acompañada de la gobernadora, que en su clásica cursilería exagerada la llenó de un montón de elogios.
La Presidenta, como debe ser, habló sobre todo del nuevo programa de salud. Pero también toco otros temas de coyuntura. Del escándalo de Layda y la censura, ni una palabra. ¿Le habrá dicho algo en privado? ¿Le habrá repetido aquello de que los gobernadores deben garantizar la libertad de expresión? ¿Será que Layda le explicó —no se rían— los particulares y por eso no dijo nada? Vaya usted a saber.
Lo cierto es que el lunes en la mañana, Jorge González le contó a Ciro Gómez Leyva que las cosas seguían exactamente igual en lo legal. Es decir, de parte de Layda no hay paso atrás.
Gobernadores y otros morenistas han encontrado maniobras legaloides para irse en contra de sus críticos y peor será ahora cuando dominen más tribunales y fiscalías.
Y a juzgar por lo sucedido con Layda y la Presidenta, no van a parar. Así estos tiempos de “plena libertad de expresión”.