En diciembre del año pasado, el número de “encuentros” —así les dicen— con migrantes sin documentos en la frontera entre México y EU por parte de la autoridad estadunidense fue de 301 mil 981. Una cantidad que no se había visto nunca. El peor mes de los últimos 25 años era marzo de 2000, con 220 mil encuentros.
El 27 de diciembre viajó a México el secretario de Estado, Antony J. Blinken, junto con el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall. Se reunieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador para hablar de “la migración irregular sin precedentes en el hemisferio occidental”.
Nunca sabremos qué puso en la mesa el gobierno estadunidense encabezado por Joseph Biden —Trump había extorsionado a AMLO con tarifas años antes—, pero el caso es que la operación militar de contención de migrantes desde nuestra frontera sur y a lo largo del país se reforzó, y en serio. En Estados Unidos el presidente Biden cambió reglas para quienes piden asilo y reforzó otras medidas. En enero el número bajó a 176 mil. En septiembre de este año el número fue de 101 mil encuentros.
Ayer le preguntaron a la presidenta Sheinbaum sobre las amenazas de Trump en campaña.
La Presidenta mencionó la caída que reflejan los números del párrafo anterior y anunció que el viernes, el canciller mexicano estará en la mañanera para presentar lo hecho y los planes para seguir enfrentando el problema migratorio. ¿Por qué el canciller presentará eso? Vaya usted a saber, será lo de los cargos y encargos. Hasta donde sé, el Inami depende de Gobernación y quienes detienen migrantes en Chiapas son de la Sedena, en fin. Me distraigo.
Sea quien sea, esos números son la primera carta en cualquier mesa de negociación con los estadunidenses. Así tranquilizó el gobierno humanista de la 4T a Trump, así hizo feliz a Biden.
Así también se empezó a pudrir la situación en Chiapas que hoy está en tiempos sombríos y trágicos.
No hay para dónde hacerse, eso seguirá haya ganado quien haya ganado. Tiempos de cierre hacen que aún no lo sepa. Pero no importa, eso no cambiará demasiado.