¿Trump, inocente palomita?

Jalisco /

El gobierno mexicano sigue tratando de congraciarse con Donald Trump con mera pirotecnia, vistosa pero hueca.

Ahora Marcelo Ebard anunció la “cuarta edición” de la Operación Limpieza, el operativo contra las importaciones provenientes de China que se introdujeron de manera irregular o que no cumplen con normas locales sobre etiquetado o instrucciones en español.

El pre doblado secretario de Economía vende como un gran logro que con 200 agentes federales y de Baja California incautaron productos irregulares que representan más de 320 millones de pesos, tristes 16 millones de dólares.

El reporte oficial dice que entre los productos decomisados hay juguetes, alimentos, cosméticos y aparatos electrónicos provenientes de países como China, Taiwán y Vietnam.

El gobierno federal difundió imágenes donde se ven los elementos armados interviniendo una tienda que ya tenía la mercancía en exhibición y al alcance de todo público. Es decir, estos lotes ya estaban ofreciéndose al menudeo al consumidor final.

Aunque también fuera ilegal el terreno donde se asientan los comercios intervenidos, lo asegurado es punto menos que ínfimo, ridículo e insignificante.

¿Cómo y quién autorizó el ingreso de esa mercancía ilegal? Pues eso está muy fácil, fue a través de las aduanas ¡que controla el gobierno federal a través de militares!

Ningún operativo contra la piratería o mercancía irregular será real, de impacto ni significante si no se incluye a las aduanas.

En las aduanas no necesitan molestar a ciudadanos ni a empleados de comercios, es más, ni llevar cientos de policías porque allí ya hay soldados.

Un operativo real contra la piratería debe incluir la revisión masiva en puertos y aduanas de contenedores que llegan procedentes de China, Taiwan, Vietnam, la India y otros países asiáticos

Si de verdad quieren limpiar el mercado nacional de productos irregulares deberían anunciar el aseguramiento de mil o cinco mil contenedores cada mes.

Cualquier cosa menor es mera pirotecnia diplomática para buscarle la cara al Presidente electo de Estados Unidos quien, sabemos, no es una inocente palomita que se pueda engañar un 28 de diciembre ni en todo el año.


  • Celso Mariño
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