El año comenzó y con él, los deseos, sueños, ganas e ilusiones de millones de hidalguenses por tener una vida digna, en donde discurran sus días de una mejor manera, para que dé a poco vayan consiguiendo lo que la noche del 31 imaginaron.
Nuestro Hidalgo sigue siendo pobre, sigue teniendo grandes carencias, no le hablo de las principales ciudades, esas bien que mal van caminando hacia aquello que se llama prosperidad, Tulancingo, Tula, Pachuca entre otras.
Le hablo de las decenas de municipios que aún se encuentran marginados, en donde aún hace falta trabajar mucho para que la equidad, justicia social y bienestar compartido empiecen a aparecer.
El cambio de partido trajo consigo un alto en el camino, una revisión de años y años de operación priista y que terminaron con el hastío del pueblo, ese pueblo que en los comicios pasados los quito del poder. Dando paso a un deseo de cambio que lento pero seguro, empieza a manifestarse.
Algunas pinceladas nacionales se han dejado ver en estas tierras, este 2025 traerá algo de bonanza para los hidalguenses, con 71 mil millones de pesos de presupuesto, además de ser histórico, estará enfocado en crear más infraestructura, desarrollo social, crecimiento del campo y educación.
El tren Pachuca AIFA es un ejemplo de los varios proyectos que empezarán a cristalizarse y que repito, buscarán dar relevancia económica y de prosperidad a esta parte de México.
Con lo anterior queda claro que para que las cosas mejoren serán necesarios algunos sexenios más, no es cosa sencilla, no son solo 6 años de trabajo y ya; si se quieren cambiar vicios y corruptelas de antaño, los expertos hablan de al menos 3 sexenios con Morena para que este barco enderece su rumbo, que, si me deja adelantarme, le aseguro que así sucederá, sobre todo si la oposición no empieza a dar señales de vida, porque muerta está.
Mañana llegan los Reyes Magos no lo olvide, busque preservar esta tradición y procure en la medida de lo posible, consumir local.