Un respiro necesario, pero ¿valió la pena el costo?

Ciudad de México /

Lo dicho: el circo arancelario no podía ser costeado por la economía estadunidense ni fue nunca esa su intención. Como he comentado antes en este espacio, el estilo del presidente Trump es pedir una cosa para obtener otra, sin importar si en el camino tiene que contradecirse o los costos resultan más altos que los beneficios.

Tras meses de amenazas y declaraciones explosivas, Estados Unidos terminó pactando con China una pausa de 90 días a partir del 14 de mayo: Washington bajará los aranceles a las importaciones chinas de 145 a 30 por ciento, mientras que Pekín reducirá los suyos de 125 a 10 por ciento.

¿La reacción inmediata? Un rally bursátil este pasado lunes. El índice S&P 500 subió 3.26 por ciento, el Nasdaq 4.35 por ciento y el Dow Jones 2.81 por ciento. El dólar fortaleció su posición frente al euro y el yen. En China, el Hang Seng ganó 2.98 por ciento y el yuan se apreció. Con esto las bolsas estadunidenses, que arrastraban pérdidas acumuladas en el año, prácticamente las eliminaron. Un respiro necesario.

Sin embargo, no todo bajó. Los aranceles de 25 por ciento a autos, aluminio y acero se mantienen, así como la amenaza sobre la industria farmacéutica. En otras palabras, la tregua es parcial. El 30 por ciento que se aplicará a China deriva de un 10 por ciento general —el mismo que a otros países— más un 20 por ciento vinculado al tráfico de fentanilo. La exigencia china de retirar aranceles como condición para dialogar quedó parcialmente satisfecha.

En paralelo, hay pendientes muy relevantes: las anunciadas reducciones de impuestos y la desregulación económica en EU, la primera con un impacto fiscal incierto, pero que pudiera ser mayúsculo. Y el frente del conflicto comercial con Europa sigue abierto. La posibilidad de una menor inflación es real si se sostienen los menores aranceles, pero eso depende de que esta tregua evolucione en dirección positiva.

Con esto se confirma la hipótesis de que Trump no buscaba realmente imponer aranceles incosteables, sino crear incertidumbre para generar ventaja y, eventualmente, mejorar los términos de intercambio de EU. Pero esa estrategia tiene costos, sobre todo financieros. En lo personal, no tengo ninguna duda de que el poder político y económico de Estados Unidos le alcanzaba para lograr los mismos resultados comerciales en una mesa de diálogo sin necesidad de montar un espectáculo tan costoso.

Alfa positivo. La presidenta Claudia Sheinbaum destacó en la 88 Convención Bancaria el crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2025 y una recaudación 9.9 por ciento superior en términos reales respecto a 2024. Además firmó con el presidente de la Asociación de Bancos de México un convenio para desarrollar acciones específicas de impulso al crédito.


  • David Razú
  • Economista dedicado a temas de finanzas, inversiones y previsión social. Director General de Afore XXI Banorte.
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