Una película ya vista… ¿o quizás no?

Ciudad de México /

El viernes 13 de junio, fiel a una práctica de décadas, Israel lanzó un ilegal ataque sorpresa a uno de sus enemigos, esta vez Irán. Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, ha acusado a Irán, desde hace al menos 20 años, de estar a solo un respiro de fabricar una bomba nuclear, lo cual jamás se verificó. De hecho, en toda Asia Occidental hay un solo país que cuente con armas nucleares, uno solo que nunca firmó el tratado de no proliferación nuclear y uno solo que no permite el ingreso de inspectores internacionales: Israel.

En esta ocasión, el ataque fue lanzado mientras tenían lugar negociaciones entre Irán y Estados Unidos, precisamente para que el primero diera garantías de que no construiría armas nucleares. Naturalmente, el bombardeo detuvo el proceso y días después EU se unió con una ofensiva de una sola noche, pero mucho más eficaz. Todo parecía una película ya vista: hace dos décadas, EU invadió Irak con el argumento falso de armas de destrucción masiva, dejando un caos aún vigente.

Pero esta vez se trata de algo distinto. Donald Trump parece no haber comprado del todo la agenda de guerra de Netanyahu, que, según diversos analistas, incluido el ex presidente Bill Clinton, lo que busca es prolongar el conflicto para sostenerse en el poder. Ayer Trump exigió, de manera inusualmente enérgica, un alto total al fuego, argumentando que los objetivos nucleares ya se habían cumplido. Si se sostiene esta postura, podría evitarse al menos una de las tantas tragedias de manufactura humana que están teniendo lugar en el mundo en estos tiempos.

A los mercados la terapia de shock financiero y económico aplicada por Trump desde enero parece haberlos blindado ante incertidumbres coyunturales. En otras circunstancias se habrían alterado los precios de la energía por el riesgo de cierre del Estrecho de Ormuz, por donde transita 25 por ciento del crudo global. Esta vez los movimientos fueron moderados. El petróleo subió hasta 81.4 el lunes 23 de junio, un 17.4 por ciento más que antes del conflicto, pero cayó 5.7 por ciento el martes. Los futuros en backwardation indican que se espera un descenso en el precio spot.

¿Se descuenta ya la ausencia de tormenta? Aún no. El Estrecho de Ormuz sigue abierto, pero frágil. Un intento de cierre dispararía el crudo a 100 dólares, advierte JP Morgan. Eso implicaría inflación, tasas al alza y una caída global del crecimiento.

Más allá de la coyuntura particular, los sucesos en Asia Occidental han hecho cada día más patente que el discurso de un orden mundial basado en reglas que apliquen para todos no pasa la prueba de la realidad. Si la comunidad internacional no busca un modelo que cuide al menos las formas, la incertidumbre se volverá divisa cotidiana y, con ello, el desarrollo global será mucho más elusivo.

Alfa positivo. México se mantuvo en la posición 11 en la atracción de inversión extranjera directa (IED) a nivel mundial en 2024, captando 37 mil millones de dólares, un aumento respecto a los 36 mil millones de 2023, según datos de la Unctad. A nivel global, los flujos de IED cayeron 11 por ciento, destacando así la resiliencia de México en un entorno económico desafiante.


  • David Razú
  • Economista dedicado a temas de finanzas, inversiones y previsión social. Director General de Afore XXI Banorte.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.