Que el homicidio del periodista de nota roja, Alejandro Martínez Noguez, conocido como el hijo del llanero solititito se convierte en el segundo caso en Guanajuato de un comunicador asesinado en la zona más neurálgica del estado, donde no da tregua la violencia generada por los delincuentes, que evidentemente han rebasado a las autoridades de los tres niveles de gobierno y pareciera que nada los detiene.
El hecho ocurrido de nuevo en Celaya deja mal parado al estado y a la Federación por igual, pues hoy es el escenario de los homicidios más cruentos contra civiles y contra fuerzas de seguridad, solo en 2024 se ha convertido en centro de atención por el homicidio de una candidata, de decenas de policías, un periodista y la cancelación de un evento internacional por la violencia.
Que no se trata de tener un número elevado de elementos de seguridad pública y seguridad nacional, sino de que hoy por hoy se demuestra que la política pública en materia de combate a los grupos criminales simple y sencillamente no ha dado resultado.
Se tiene por ejemplo un estimado de aproximadamente 4 mil elementos de la policía estatal según Seguridad Pública del Estado, más 5 mil de la Guardia Nacional, de acuerdo a un reporte del Observatorio Nacional Ciudadano y otros tantos del Ejército, de acuerdo a la Sedena, para un total de más de 14 efectivos que no han logrado disminuir la violencia homicida en el estado.
Que el sábado se dio a conocer la Comisión Estatal de Procesos Electorales del Estado de Guanajuato del PAN dio a conocer la convocatoria para renovar la dirigencia para 2024-2027 y el método de selección será mediante el voto del Consejo Estatal del partido, hoy bajo el control del gobernador Diego Sinhue.
Claro que podría ser que solo se registre una planilla y entonces ya no habría necesidad de ningún proceso eleccionario por lo que el Consejo Estatal solo tendría que validarla para asumir la dirigencia del partido. Por lo pronto quien anda más activo en busca de la presidencia del PAN es el diputado Aldo Márquez.