Que este sábado se cumplió un año del asesinato de Noé Ramos, alcalde de El Mante que buscaba su reelección y quien perdió la vida casi al arranque de su campaña, un hecho que sacudió a la clase política y colocó de nuevo a Tamaulipas en el foco nacional. En su momento, el PAN puso el grito en el cielo, pero ayer se limitó a postear su foto en redes sociales, con la frase “Siempre te recordaremos”.
Que en un conmovedor mensaje en Facebook, su viuda Sheyla Palacios, dijo que todavía tiene muchas interrogantes y que sigue sin explicarse dónde estaban todos, dónde quedó ese grupo de seguridad en el cual Ramos Ferretiz confiaba su vida y porqué lo dejaron ahí, preguntas que, dice, se quedaron sin respuesta y no entiende tanto odio del autor del crimen, qué lo motivó y porqué.
Que el martes se acaba el plazo para que alcaldes y exalcaldes tamaulipecos con cuentas mochas, hagan que estas les cuadren o de plano repongan los recursos cuyo uso no comprobaron. El tema pone a prueba al Auditor Superior, Francisco Noriega y a los propios diputados del Congreso Local, para ver si irán en serio a castigar tanto desaseo o todo se quedará en el plano mediático.
Que los malos manejos de recursos brotan por todos lados, un reciente informe del INE revela que investigan cuentas bancarias y operaciones diversas que llamaron la atención del personal de fiscalización, auditoría y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores como órgano de apoyo. Esta vez tienen que salir a hacer aclaraciones el PRI, Morena y PT estatal.
Que aunque ha sido el exgobernador menos “molestado” con investigaciones en su contra, no se descarta que la aplanadora de Morena ponga en su lista de pendientes a Egidio Torre Cantú, después que la secretaria de Administración, Luisa Manautou, diera detalles del presunto fraude al sistema de pensiones de la burocracia estatal en su gestión.