Incertidumbre en la UAEMex

  • ADN mexiquense
  • Eduardo Garduño Campa

Estado de México /

La crisis en la Universidad autónoma del Estado de México parece estar empantanada y no se ven hasta el momento algunas señales que auguren su solución en el corto plazo.

Si bien es cierto que facultades como la de medicina, enfermería y veterinaria reanudaron sus actividades académicas y administrativas, esto no significa que estos espacios académicos estén apoyando a las autoridades universitarias, al contrario, sostienen el apoyo al movimiento estudiantil; pero por la naturaleza de esos espacios es obvio que se tiene que atender las tareas, pues se trata de salud.

Esta semana se dio la renuncia del rector a 24 horas de que terminara su encomienda al frente de la máxima casa de Estudios de la entidad. Esto sin duda fue un acierto para darle a los estudiantes visos de que hay interés en el diálogo y en la solución del conflicto.

Sin embargo, hasta el momento, el Consejo Universitario y el encargado del despacho de la rectoría, nombrado tras la renuncia de Carlos Eduardo Barrera Díaz, no han fijado una posición clara y firme sobre el proceso electoral universitario.

Es decir, sólo se concretaron anunciar que, por las circunstancias, no fue posible hacer las auscultaciones como lo marca el reglamento, por lo que el proceso se pospondría y se dio como fecha tentativa el 31 de mayo, es decir, 15 días.

Y es obvio que en ese tiempo no se llevará a cabo la elección de Rector, pues lo que piden los estudiantes es la cancelación del proceso, que se vuelva a lanzar la convocatoria, que se renueve el Consejo Universitario y, sobre todo, que la elección sea mediante el voto universal, directo y secreto.

Es poco lo que han dado las autoridades universitarias para negociar con los estudiantes, pues hasta el momento no hay garantías de que el proceso se cancele, y eso obviamente frena cualquier intento de diálogo.

Por eso se ve difícil que el 31 de mayo se dé la elección para la rectoría de la máxima casa de estudios, y de no cancelarse el proceso, pues más lejos se ve la solución del conflicto. Seguirán los paros en las facultades y otros espacios académicos.

El rector interino encargado del despacho, Isidro Rogel, tiene antes sí un reto que lo puede colocar en un sitial de excelencia en la historia de la universidad si aplica una buena estrategia para entablar la mesa de diálogo con los estudiantes y atender sus demandas en los próximos días.

Pero si atiende a los designios de los grupos de poder de la universidad e ignora a los estudiantes, pues su sitial en la historia será como el de muchos en el montón. Y mientras la crisis universitaria continúa, hay quien se frota las manos pensando en sacar ventaja de esta situación y apuestan al desgaste de los estudiantes, y también a la falta de compromiso de la sociedad para que el movimiento se desvanezca y obviamente todo vuelva al cauce anterior a los paros.

Pero hay otras voces, otros interesados que creen que los próximos días intervendrá el gobierno del Estado como mediador del conflicto entre las autoridades universitarias y los estudiantes, y ahí pueden encontrar visos de solución y evitar que la crisis se extienda por más tiempo.

Hasta el momento suman 12 días de inactividad en 20 espacios universitarios, hay elementos para que se atienda el pliego petitorio general de los estudiantes y el particular por cada espacio académico.

Aquí se verá realmente si el nuevo rector tiene voluntad política para resolver problema y solo asista el gobierno del Estado como observador, o tenga que ser el mediador en este conflicto.

Esta semana será crucial para saber el futuro de la máxima Casa de Estudios.


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