A cuatro semanas de iniciado el proceso, o bien a cuatro semanas de qué termine el proceso, como usted lo quiera ver, la pugna por la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México empieza a aumentar la temperatura y ya se hacen cada vez más públicos los golpes bajos entre los equipos de las aspirantes que se consideran con más posibilidades de llegar al cargo.
Tanto en redes sociales como en medios de comunicación empiezan a circular videos, textos y fotografías de algunas candidatas que tuvieron algún conflicto dentro de la universidad.
Y obvio, empiezan los cuestionamientos en algunos espacios de manera específica para una aspirante, o para otra, según a quién se quiera desacreditar y restarle méritos para sus aspiraciones.
Es obvio que conforme se vaya acercando el plazo para el cierre de comparecencias de las aspirantes y donde decidan hacer el cierre de sus campañas, habrá más ataques.
Las aspirantes saben que en ciertos espacios académicos y centros de investigación e incluso en centros universitarios, hay resistencia hacia su persona, aun así, todas han sido valientes y han aceptado el reto de presentarse en comunidades donde les es adverso la animo popular y obviamente son subjetivamente cuestionadas.
Y en este caso no se ha salvado ninguna, a todas les han tocado preguntas incómodas y sobre todo cuestionamientos respecto a sus actuaciones en el ejercicio de los cargos que han tenido en la Universidad Autónoma del Estado de México.
Se han hecho virales videos de algunas aspirantes en los que se evidencia claramente la intención de que su imagen sea deteriorada; obvio, con el propósito de que se beneficie otra aspirante.
Era de esperarse ya la guerra sucia entre dos equipos y simpatizantes de cada una de las aspirantes a la rectoría de la máxima casa de Estudios de la entidad. Y no dude usted que seguirán los mensajes subliminales, los cuestionamientos subjetivos, los videos pasados y presentes que hagan evidente una mala actuación de quienes aspiran a suceder a Eduardo Barrera Díaz.
Esta semana será de mucha intensidad. Vienen las vacaciones y, con toda seguridad, después arreciarán los ataques y la pugna para tratar de posicionarse en el ánimo de la comunidad universitaria.
Bueno, un proceso electoral que no podía hacer a un lado la “campaña alterna”. Ya veremos el impacto positivo o negativo de estos cuestionables métodos proselitistas para cada una de las aspirantes en este proceso.