Son más que servidores públicos y miembros de cárteles. Son estructuras formales de las que pende la delincuencia organizada. Son quienes permiten que secuestren, torturen, trafiquen, recluten, extorsionen, ejecuten.
Pero, algo se movió la semana pasada. La llamada “Operación Enjambre” marcó un antes y un después.
Ya no detuvieron al Chicarcas ni al Chómpiras ni al Bigotes ni a La Güera. No, ahora, fueron tras funcionarios.
Después de tantos años de estrategias fallidas, propaganda sobre decomisos y presentaciones espectaculares, finalmente, agarraron a mandatarios locales y jefes policiacos.
El operativo se llevó a cabo en el Estado de México. Aprehendieron a la alcaldesa de Amanalco, María Elena Martínez, y su director de Seguridad, Manuel Alejandro Rangel Salgado; al jefe de región de Seguridad de Ixtapaluca Roberto Malpica y al director operativo Rodolfo Chávez; al esposo de la cabeza de Tonatico y director del DIF, Ellery Guadalupe Figueroa; al subdirector de Seguridad de Naucalpan, Omar Leyva; al director de Seguridad de Tejupilco, Eraclio Campuzano, y al director de Seguridad de Texcaltitlán, Isidro Cortés, quien se pegó un tiro al saberse arrestado.
Recordarán que, en diciembre, en este último municipio, pobladores se rebelaron. Se enfrentaron con machetes, hartos de tener que pagar derecho de piso. Fueron asesinados 14 manifestantes. O que, en Amanalco, mataron al síndico junto con otro empleado. El periodista Héctor de Mauleón describió la manera como la alcaldesa morenista planeó los homicidios a través de una llamada con el jefe de plaza de La familia michoacana.
La violencia en México se nutre de autoridades.
Burócratas, diputados, senadores, jueces, fiscales, policías, gobernadores, presidentes avanzaron: pasaron del soborno al financiamiento y a colaborar directamente con el crimen.
¿Las capturas del viernes fueron golpes a un solo avispero? ¿O, irán por los enjambres de Sinaloa, Jalisco, Sonora, Guerrero, Michoacán, Veracruz, Guanajuato, Chiapas, Morelos, Tabasco y de todo el infestado territorio?
¿Por los de abajo y arriba, civiles y militares?
Por lo pronto, Claudia Sheinbaum, a través de Omar García Harfuch, dio un paso importante.
Aquí entre nos
Luego de la masacre en “DBar” y el “levantón” y asesinato del invitado a una boda, el secretario de Gobierno de Tabasco y hermano de AMLO, José Ramiro, recomendó “que no temamos”.
Ah, sale, gracias.