Además de la seguridad, otras áreas requieren cirugía mayor, pues López Obrador las dejó heridas de gravedad: educación y salud.
En la primera tanda de presentación del futuro gabinete, la presidenta electa incluyó perfiles bien recibidos por su experiencia y trayectoria (excepto Godoy).
En Salud, informó que se incorporará David Kershenobich. Gustó.
En contraste, en un tercer anuncio, la elección de Mario Delgado al frente de la SEP enfadó a morenistas y sabedores de la historia. Sin embargo, hay que decir que, sin desairar a quien les dio triunfos contundentes, Claudia “neutralizó” a Delgado al ofrecerle un lugar importante (y con muchos recursos), pero no Gobernación.
Ahí, en Bucareli, estará Rosa Icela Rodríguez, trabajadora disciplinada de bajo perfil, cercana a Andrés Manuel. Veremos si juega un papel protagónico, como Adán Augusto López en su momento, o si la Consejera Jurídica, Ernestina Godoy, asume la conducción de asuntos políticos (y opacos), al estilo Julio Scherer con AMLO y Humberto Castillejos con Peña Nieto.
¿Quién estará en contacto (presionando y/o negociando) con integrantes del Congreso, la Corte o el empresariado, como lo hicieron Adán, Julio y Humberto? ¿Ernestina? ¿Rosa Icela?
Sobre Omar García Harfuch, a diferencia de algunas opiniones, no creo que vaya a desempeñar un papel secundario. Al contrario.
La apuesta obradorista fue crear la Guardia Nacional bajo la batuta de la Defensa Nacional (así operó y está a punto de legalizarse con la reforma constitucional); pero en la administración capitalina, el policía civil Harfuch fue la mano derecha de Sheinbaum Pardo.
La GN pasará a la Sedena. ¿Continuará como la conocemos? Falta que desmenucen el presupuesto y las atribuciones. Podrían menguar al trabuco y, más allá de los deseos del mandatario saliente, en paralelo crear y fortalecer instituciones policiacas comandadas por Omar.
El sexenio irá tomando su estilo propio.
Y la competencia (con los equilibrios que genere) se dará principalmente dentro del partido-gobierno.
Aquí entre nos
Miren lo que sucede cuando llegan por vías democráticas y luego, ya en el poder, poco a poco cambian las reglas a su favor. Dejan fuera a los críticos. Se lanzan contra ellos. Acaparan recursos. Designan a los cercanos. Realizan votaciones cargadas. Y, finalmente, eliminan contrapesos para permanecer y seguir haciendo lo que quieran.
Me refiero al PRI.