Gil informa y forma opinión. ¿Lo dudan? Gamés les recuerda que si se burlan viene el Diablo y les jala los pies. Desde hace algunos días ha entrado en vigor la eliminación de comida chatarra en las escuelas debido a que contiene altos niveles de azúcar y demás complementos que son ajenos a una alimentación saludable para los estudiantes. La verdad sea dicha (muletilla patrocinada por Morena en pleno), la obesidad se convirtió en un serio problema de salud pública. Niños gordos y niñas gordas a montones, voltea usted y ve un gordazo que está a punto de rodar.
Ahora mal sin bien, Gil se pregunta qué comen en sus casas estos infantes. Y ya metiéndose en lo que no le importa, Gamés apuesta doble contra sencillo a que los papás y las mamás de los niños son gordos y gordas y le entran con singular alegría a la pizza, las donas, sus buenos refrescos con unos sabritones, doritos y el fin de semana la hamburguesa. Este será el pequeño obstáculo del gobierno, cambiar los hábitos culturales, para no hablar de que con 85 pesos se quitan el hambre todo un día.
Niños tramposos
La prohibición ha desatado la venta clandestina de chatarra. Niños comerciantes de contrabando: te vendo una dona y un chesco, ¿cómo ves? Juega, nos vemos al final del patio.
Gil lo leyó en su periódico MILENIO en una nota de Yareli Rafael: “¿Los estudiantes pueden vender comida chatarra en las escuelas? La respuesta inmediata y corta es no, pero no hay una regulación general sobre las sanciones para los alumnos que vendan comida chatarra dentro de las escuelas”. La Secretaría de Educación Pública tampoco ha informado sobre algún tipo de castigo para los estudiantes, así como tampoco si llevan la comida desde casa. Ah, la regulación y sus dificultades.
Las escuelas podrían convertirse en mercados o tiendas de conveniencia: “no obstante, sí se les pueden retirar los alimentos, debido a que no se debe permitir el consumo de estos dentro del horario de clases”.
Información importante
Gilga y Yareli le harán un servicio a la comunidad. ¿Qué alimentos ya no se permiten en las escuelas? Entre los productos considerados comida chatarra que están prohibidos dentro de los planteles educativos, se encuentran los pasteles, las pizzas, las donas, los refrescos o bebidas con gas, las papas fritas, los hot dogs, las hamburguesas, los flanes, las frituras de harina. Caramba, ¿ni un flanecito? ¿Un perro caliente? De niño, Gamesito se hubiera matado sin algo de calorías en el recreo del viejo patio escolar.
Mario Delgado, no obvien el apellido del secretario, se tiró el choro mareador (¿quién decía eso?): “Esta acción es coherente con el compromiso del Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de transformar a las escuelas en espacios de promoción de la salud y prevención de adicciones”.
Anjá, si no comes donas no robas, si eliminas de tu dieta el hot dog no le entras a las drogas, ¿no les digo?
¿Qué alimentos sí se podrán vender en las escuelas? El Manual para personas que preparan, distribuyen y venden alimentos en las escuelas, establece una lista de productos permitidos que podrán comercializarse dentro de los planteles escolares. Otro servicio a la comunidad: Entre los alimentos autorizados se encuentran: jicaletas, palitos de verduras, manzana con canela, paletas de mango, brochetas de fruta. Entre las botanas sanas están: maíz tostado, mezcla de semillas, verduras crujientes, frutas deshidratadas.
La tentación
Como decía el clásico, Gil soporta todo menos la tentación. Desde luego está de acuerdo con este plan alimenticio, pero de pronto le han entrado unas ganas terribles de un helado de vainilla, unas papas Sabritas (a que no puedes comer sólo una), unos Sabritones (son ricos chicharrones con su chile, su sal y su limón).
Por cierto, podrían poner taquerías en las escuelas, los tacos no están prohibidos: me da dos de cabeza y tres de maciza. A mí uno de ojo y dos de suadero. Secretario Delgado, ¿no le parece una buena idea? Y también torterías: me da una cubana, a mí de queso de puerco. Esta es la modesta propuesta (esta-esta) de Gilga al Plan Alimenticio de la SEP.
Así las casas (ah, Gil extraña a Bartlett), según los cálculos de Gamés, México derrotará a la obesidad en unos treinta años. Pas mal.
Todo es muy raro, caracho, como diría Woody Allen: “No sólo de pan vive el hombre. De vez en cuando también necesita un trago”.
Gil s’en va