De que la Ley Censura no va. El dictamen va para atrás, un compás de espera. La reforma en materia de telecomunicaciones y radiodifusión fue devuelto a comisiones del Senado para una revisión integral mediante un conversatorio abierto. La palabra conversatorio le da a Gil una tremenda energía: conversatorio, fuerza, pesas de 120 y en fon.
Ocurrió el escándalo luego de la polémica generada por el artículo 109 de la primera legislación, por considerarse como una censura a las redes sociales, plataformas y sitios de internet.
No seamos roñosos, la Presidenta emplazó a los senadores a modificar la redacción de la iniciativa o quitar el artículo referente a plataformas digitales. Sheinbaum aclaró que la reforma a la Ley de Telecomunicaciones no busca censurar, sino que el objetivo principal es que gobiernos extranjeros no puedan transmitir propaganda política o ideológica en México. Hasta acá, de acuerdo. No le pongamos ni le quitemos. Bueno, bueno, bueno.
La Presidenta aclaró que la reforma a la Ley de Telecomunicaciones no busca censurar, sino que el objetivo principal es que gobiernos extranjeros no puedan transmitir propaganda política o ideológica en México. Está bien, vamos a darlo por bueno, total, qué nos cuesta.
Adán, Adán
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López, indicó que se llevarán a cabo conversatorios en torno a la Ley de Telecomunicaciones y que serán abiertos a todos los actores y organizaciones interesados. Ah, qué buena noticia: unos conversatorios, que así se dice, para aclarar la oscuridad.
Todos atentos
Pronto tendremos una ruta de trabajo para iniciar estos ejercicios, por lo que podrán comenzar el próximo miércoles con la participación de la Presidenta. Estos conversatorios durarán el tiempo necesario, porque “vamos a revisar el contenido de la ley y veo muy complicado que podamos sacarla en este periodo”. La Presidenta vio algo que no le gustó y mandó parar el asunto que en el sexenio pasado habría pasado en superchinga, dirían los poetas.
En ese sentido, Sheinbaum anticipó la posibilidad de una reunión con la Asociación de Concesionarios Independientes de Radio mañana y adelantó que el Legislativo tendrá un encuentro “con el titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, y otros actores; vamos a escucharlos y de ahí pueden surgir modificaciones”.
Vientos.
El gran líder del Senado, Gerardo Fernández Noroña, informó en la sesión ordinaria que el tema de la reforma se abordó en la reunión de la Mesa Directiva y se acordó “no incorporar el dictamen a la orden del día”. Oh, cuánta independencia, qué seguridad en la división de poderes, qué bien todo de todo.
El dictamen de reforma se regresó a las comisiones unidas de Radio, Televisión y Cinematografía; de Comunicaciones y Transportes, y de Estudios Legislativos. Uff. Gil estaba preocupado porque la ley es la ley, ¿o cómo era? Muy de mañana, Fernández Noroña afirmó que el Senado no atentará contra la libertad de expresión y escuchará las preocupaciones de los sectores interesados.
“De una cosa deben estar seguros, o sea, hasta es de Perogrullo decirlo, nosotros no vamos a atentar nunca contra la libertad de expresión. La única manera de controlar a los medios de manera brutal es con una dictadura, esa es la única manera, y no somos eso, nosotros hemos luchado por las libertades de este país”. Dios quiera, pero Dios no existe.
El tema se discutirá en un periodo extraordinario, previsto para la segunda quincena de junio, junto con la entrega de la Medalla Belisario Domínguez, los asuntos referentes al Poder Judicial, la ley de desapariciones y lo que se acumule.
En tanto, el vicecoordinador de Morena en el Senado, Ignacio Mier, reiteró que “se atiende la sugerencia de quien ejecuta las leyes, y quien las ejecuta es el Poder Ejecutivo; vamos a revisar no sólo el artículo 109, sino todo el proyecto en general”. Eso le gustó a Gil. Todos tranquilos, no pasa todo.
Todo es muy raro, caracho, como diría Shakespeare: “Azucenas que pudren, peor que cizaña que hiede”.
Gil s’en va