A quienes les ha parecido aburrido el tercer debate presidencial, Gil les comenta lo siguiente: si quieren divertirse pueden ir al cine, leer una buena novela (no de Benedetti por piedad), ver su deporte favorito, escuchar música, contar chistes a los amigos y las amigas, los debates políticos no se inventaron para divertir al público. Estos intercambios se han diseñado para conocer la personalidad, el carácter psíquico, los recursos para responder críticas y la capacidad para demostrar que el adversario político no tiene razón, aunque la tenga. Tampoco es verdad que las propuestas deban ocupar el centro de estos encuentros. ¿Quién dibuja un país en unas cuantas intervenciones de unos minutos? Divertir es una palabra muy seria e importante y no serán los debates los que amenicen nuestra vida, medita Gilga.
El tercer y último de los debates de las campañas presidenciales de 2024 había terminado. La candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez, intentó descolocar a Claudia Sheinbaum en temas como la inseguridad del país y los 183 mil muertos por homicidio doloso en el gobierno de Liópez, los 50 mil desaparecidos, el desprecio por las madres buscadoras. Ah, la mentira, ese escudo esquizofrénico: ¿de qué me hablan?, no entiendo, ¿cuáles muertos, cuáles desaparecidos? Y ahí me planto como árbol de antiguas raíces. Así Sheinbaum, quién en el camino que se bifurca eligió hablar de la política social del presidente Liópez. Para Sheinbaum por cierto, la división de poderes consiste en separar la economía de la política y no en la necesaria distancia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Así como usted lo lee.
Movimiento Dante
Gamés no acostumbra dedicarle tiempo y esfuerzo al candidato Jorge Álvarez Máynez, quien por cierto fue muy selectivo en sus críticas, muchas a Gálvez, menos a Sheinbaum. Gil hace un alto en el camino de esta página del fondo: Movimiento Ciudadano, partido que le pertenece a Dante Delgado, ha incurrido en una irresponsabilidad histórica al presentarse en solitario a una elección que no ganará ni de milagro. No ganará la elección, pero Dante y su partido ganarán mucho dinero. Que le pregunten al partido Verde. Dante puso en venta a Movimiento Ciudadano y al parecer tuvo varios compradores. Y tan tan.
En este proceso (a Gamés le gusta la palabra proceso, tal vez por Kafka), Marcelo Ebrard merece algunas palabras, dos palabras: pusilánime codicioso. ¿Gil ha escrito un oxímoron?, no se sabe, lo que sí se sabe es que Ebrad se voló la barda de la indignidad y también de la avaricia. Trapearon con su trayectoria política y el guardó una parsimonia invencible como diciendo “luego haremos cuentas”.
Después de la concentración de la Marea Rosa y el tercer debate, falta el cierre de campaña de Sheinbaum y las campañas habrán terminado. Lo que sigue es el día de la elección, no sin los temores de la violencia que pueda desatar el hampa, el narco, las pandillas y algunos de sus vínculos con la política. Eso y la final América vs Cruz Azul y se cierra el proceso (ah, el proceso). Pregunta en el diván desde el fondo del Ello: ¿logrará el Cruz Azul derrotarse a sí mismo y vencer al América?
Caja de bateo
Con una serenidad digna de un monje budista, el presidente Liópez Obrador afirmó que se va tranquilo porque habrá “continuidad con cambio (…) Imagínense lo frustrante que sería que después de haber sentado las bases de la transformación que al poco tiempo regresara la corrupción, el influyentismo, el nepotismo, el clasismo, el racismo, el desprecio al pueblo, se volviese a imponer la oligarquía y México volviese a ser una oligarquía y un país de unos cuantos, no podría estar tranquilo”. ¿Pero alguna vez se fueron? Y en todo caso: ¿a dónde se fueron? En algún lugar deben estar (ar-ar) y a Gil le parece que muy cerca: caliente, caliente, caliente. Una cosa me encontré siete veces la diré y el que no me la adivine, no se la daré.
“Como decía (José) Martí que no solo hay que buscar el bienestar material sino el bienestar del alma. Solo siendo buenos podemos ser felices”. El Presidente dijo que una vez que se retire no hablará de política e incluso ya no saldrá a batear para que no le pregunten nada: “O a lo mejor pongo una caja de bateo para no perder el swing”, dijo.
Todo es muy raro, caracho, como diría Churchill: “Tras un recuento electoral, solo importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores”.
Gil s’en va