El fin del mundo

Ciudad de México /

Lo que son las cosas, cuando Gil ve a Fernández Noroña actuar como presidente del Senado piensa que el fin del mundo se acerca; el día en que Gamés vio una fotografía de Muratito (Murat chiquito) engarzado con López Beltrán, consideró que el planeta tocaba a su fin; en el momento en que Gilga ve a todos los ositos Monreal plantarse en puestos públicos, se convence  de que el planeta Tierra acaba y el fin de la humanidad se cierne como una amenaza inexorable. Y así podría seguir Gil, sin fin, incluyendo la elección de las personas juzgadoras que sabe Dios sabe cómo llegarán a sus cargos. La verdad sea dicha (muletilla patrocinada por Andy López Beltrán), estos hechos de la vida serían razón suficiente para supopner que el fin del mundo es inminente.

En ésas estaba Gamés cuando la noticia ya circulaba en el mundo: el asteroide 2024 YR4, conocido como “asesino de ciudades”, se acerca peligrosamente a la Tierra y de acuerdo con el monitoreo de la NASA, la probablilidad de que impacte con este planeta es de 3.1%, un porcentaje altísimo, según los sabios.

Este impacto podría ocurrir el 22 de diciembre de 2032, ni a la Navidad llegamos. El pedruzco mide entre 40 y 90 metros de ancho. El sitio Lates in Space, especializado en acontecimientos astronómicos, señaló que se trata de la evaluación de riesgo más alta que jamás se haya registrado. Si este accidente ocurriera, no podríamos ver la Champions del año 2033, lo cual sería lamentable.

Gil sabe que ese año Morena repartiría dinero a mansalva entre las personas menesterosas que perderán su casa después del impacto. Todo esto ocurrirá durante el sexenio de López Beltrán. Pero Andy tiene piernas de jinete y saldrá adelante de este pequeño incidente, en caso de que ocurra.

Héroes

Gil se propone y pone muy nervioso y desata a su imaginación como a un perro temeroso. 15 de diciembre de 2032, Cadena Nacional, el presidente López Beltrán le habla a México: “hoy les hablo no como presidente de México, ni como líder de la nación, sino como ciudadano de la humanidad”. Aigoeei, parece película de Hollywood, pero es la verdad del porvenir: “Nos estamos enfrentando al más grave de los desafíos. La Biblia llama a esto Armagedón”.

Después de quemarse las pestañas, discutir y llorar, López Beltrán y Morena le ofrecerá a la NASA a tres héroes que en una nave atacarán el pedruzco aun a costa de sus vidas. Ellos son: Fernández Noroña, Adán Augusto López y Ricardo Monreal.

Los historiadores que reconstruirán aquellos días, dentro de mil años, resgitrarán esto: “¡No! Ni madres, yo no voy a achicharrarme para salvar a estos weyes”, dijo Fernández Noroña; “ah, qué cabrón, y Adán y yo nos chingamos, qué poca; a mí ni me vean, tengo que organizar la bancada de los diputados del partido y discutir las reformas con las que lograremos la cuarta transformación”.

En la nave

Disciplinados, valientes, integrantes ejemplares de la cuatroté, nuestros tres próceres subieron a la nave después de despedirse, o antes, da igual, y enfrentar su destino. Dicen los testigos que Fernández Noroña preguntó: “¿este coche es automático?”. Y repiten los testigos que Ricardo y Adán le dijeron: “no seas wey, esto es como un metrobús, pero muy grande y veloz”.

Dentro de la nave todo era tensión e incertidumbre. No es nada fácil salvar a la humanidad, o a una parte de ella. “A por la piedra”, le dio por decir a Ricardo. “En Tabasco me recordarán como un hombre de una pieza. Y ya que vamos al final, Ricardo, ¿dónde guardaste aquellos mil millones?”. “Adán, dejemos esas naderías y salvemos ciudades”.

Así será como la NASA saldrá del problemón gracias a Morena y nosotros de problemas indomables. Nos queda esperar y medir, si del 3% de posibilidades de un impacto subimos a 10%, hagan sus maletas. Más bien no hagan nada, abran una botella de vino, brinden por el pasado y au revoir.

Todo es muy raro, caracho, como diría Francisco Cambó: “Hay dos maneras seguras de llegar al desastre: una, pedir lo imposible; otra, retrasar lo inevitable”. 

Gil s’en va


  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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