Gil cavilaba y en su mente aparecían los lodos de aquellos polvos, o como se diga. Dios sabe que el periodista García Soto no es santo de la devoción de Gamés, por muchas razones, pero sería roñoso negarse a aceptar sus aciertos. Salvador García Soto entrevistó hace tres años a Rocha Moya, quien pidió el apoyo de los cárteles mexicanos para gobernar Sinaloa, pues “aquí todo mundo sabe cómo está la cosa”.
Gil lo leyó en su periódico El Financiero: “Yo fui y hablé con ellos, los conozco porque soy de Badiraguato. Y yo fui a pedirles su apoyo. Quien te diga que quiere gobernar Sinaloa y no tiene el visto bueno de ellos, te miente. Así es la cosa aquí, para qué nos hacemos pendejos”.
En aquella ocasión, Rubén Rocha le explicó a García Soto que entre sus planes no estaba competir por la gubernatura porque no es “político, pero el Presidente me pidió que compitiera y no podía decirle que no”, le comentó durante el trayecto al restaurante donde comerían.
Según la historia perfectamente verosímil en nuestros días, en ese encuentro el periodista aseguró que el morenista se veía emocionado, ya que estaba a punto de “convertirse en gobernador de su tierra”, además de que, dijo, la transición con el ex gobernador Quirino Ordaz Coppel estaba “a toda madre”.
Eso que ni qué. A Quirino le fue de pocas tuercas. Movió toda su maquinaria para que ganara Morena y todo hace parecer que entre las tuercas estaba el narco. Aigoeei.
La carta y la muerte
García Soto es la fuente de esto que sigue y si usted no está preparado, tome Hemostyl (ah, el Hemostyl). Ahora que El Mayo Zambada admitió en una carta que fue capturado el mismo día que Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, quien le pidió asistir a una reunión con Rubén Rocha Moya para ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos de Sinaloa, el capo mexicano aseguró que él sabía que habían constantes desencuentros entre el gobernador de Sinaloa y el diputado electo: “Yo era conciente de una continua disputa entre Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex congresista federal, alcalde de Culiacán y ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa”.
En el encuentro, el cofundador del cártel de Sinaloa reveló que también esperaba a Iván Guzmán Salazar, líder de Los Chapitos, aparte de Héctor Cuén, quien fue asesinado ese mismo día, y del gobernador Rocha Moya. Por ello decidió asistir el pasado 25 de julio al rancho y centro de eventos Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán, donde se llevaría a cabo dicha reunión, la cual estaba programada a las 11 de la mañana. Sin embargo, fue secuestrado y posteriormente entregado a las autoridades de Estados Unidos cuando Joaquín Guzmán López le pidió que lo siguiera.
Durante la inauguración del Hospital General IMSS-Bienestar en Culiacán, Rubén Rocha Moya desmintió la versión del narcotraficante que asegura que el día de su detención en Texas fue emboscado por el hijo de El Chapo, Joaquín Guzmán López, bajo la mentira de que se reuniría con el gobernador del estado y el diputado electo Héctor Melesio Cuén.
A mí que me esculquen
“No tenemos nosotros complicidad con nadie (…) por lo tanto, si dijeron que iba a estar yo (en la reunión), pues mintieron, y si les creyó (El Mayo), pues cayó en la trampa”, expresó frente a Liópez y la doktora Sheinbaum.
Gil no da crédito y cobranza: el Presidente y la Presidenta se plantaron en Sinaloa a defender al gobernador Rocha, así nomás, sin investigación alguna, sin duda ninguna. ¡Mechachis!
Como se sabe, Rocha Moya aclaró que nunca fue llamado para resolver ninguna disputa, como sostiene Zambada en la carta que fue difundida este sábado a través de su abogado Frank Pérez. El gobernador incluso mencionó que estuvo fuera durante ese día y regresó en las primeras horas del siguiente. También pidió al presidente López Obrador que sea la Fiscalía General de la República la que abra una investigación para aclarar la versión de Zambada García sobre la supuesta reunión que habría ocurrido el 25 de julio.
Una vez escrito esto, Gil se pone de pie y reconoce que sabe Dios de dónde trajo García Soto su información, pero que sin duda es más rápida y eficiente que la Fiscalía General de la República.
Todo es muy raro, caracho, como diría Louis Pasteur: “Duda siempre de ti mismo hasta que los datos no dejen lugar a dudas”.
Gil s’en va