En un acto profundamente democrático, lo primero que hizo Alititito Moreno en su calidad de Fidel Veláquez de lo muy poco que queda del PRIcámbrico temprano fue echar a patadas a don Beltrone. Un ejercicio de tolerancia frente a quienes no comparten su visión un poquito chabacana, oportunista, utilitaria de la política, sobre todo porque de manera ajedrecista y nada tosca se quita del camino a quien le iba a disputar el liderazgo de la bancada tricolor en el Senado. Ahí sí estoy en desacuerdo pues uno esperaba una batalla muy brava, casi al nivel kick boxing, donde ambos titanes tan representativos de la Dictadura perpetua prometían una batalla botox contra cabellera. Una tristeza que Moreno Cárdenas no haya dejado huérfanos de tan maravilloso espectáculo que nos hacía relamerse los bigotes, no se vale.
No quiero llegar a suponer que al señor de los mclarens le hayan temblado las patitas, nomás de imaginarse en la obligación de dar la batalla contra Manlio Fabio que le debe ganar en la acumulación originaria de cadáveres en el closet y que es un verdadero costal de mañas. Habrá gente muy malvada que dirá que el muy porfirista presidente del Revolucionario Ins, no se sintió con las herramientas suficientes como para enfrentarse a su Yoda, a su sensei, y no quiso hacer el ridículo como si no fuera un profesional en la materia.
Me recuerda, guardando las diferencias, cuando la candidata del huipil achicándose, se negó a debatir con Beatriz Paredes. Y achicada quedó doña Xóchitl como achicada se veía en el templete donde arengaba a la muy achicada derechairiza que se presentó a protestar frente al INE, y que solo repetían como mantra de que la sobrerrepresentación es el diablo y que López es un dictador.
Digo, también hay que reconocer que a la fallida candidata nada le ha salido bien y vive claramente en la frustración, más ahora que sus compañeros de sector y de partidos la tienen muy abandonada y prácticamente ni la mencionan. Salvo el puñado de derechairos que nada más la usan. Y quienes la apoyaron desde el periodismo de derechos resultaron irrelevantes.
A lo mejor Lady X podría aliarse con Alitititito y convertirse en su secretaria de chicles y botargas. O mejor con don Beltrone, y le puede ayudar a desenvainar la espada del poco augurio que le queda.
Seguramente el anuncio de que Claudia Sheinbaum va a continuar con las Mañaneras desde temprana hora, le ha de haber generado a la Gálvez una dispepsia salvaje.