Realmente no sorprende que la Marcha Rosa se hiciera un poquito tenebrosa con todo el odio, el rencor, el clasismo y el resentimiento que ahí se desparramaba. No solo eran los gritos amenazantes y la violencia verbal desatada entre los xochiltecas, sino que a algunos distinguidos miembros de la derechairiza les dio por aplicarles bullying a dos comunicadores, Poncho Gutiérrez y Hernán Gómez Bruega, a los que estas fuerzas patibularias identifican como chairos. Los defensores de la libertad de expresión y luchadores contra el autoritarismo y la polarización, comportándose como los autoritarios, censores y represores que en realidad son.
Entendamos que el derechoso es intolerante por naturaleza, solo que en los últimos tiempos la reacción no podía reaccionar y buscó camuflajearse en lo políticamente correcto, aguantando, mordiéndose uno y la mitad del otro. Pero al ver que XóchitlHouston tenemos un problemototota y que están a punto de chocar con un iglú o varios, como diría el culto Alazraki, pues su candidata nomás no cuaja ni cuajará. Entonces se le están saltando los resortes, a írseles el patín y su díazordacismo les brota por todo el cuerpo.
Y los intelectuales y periodistas xochilistas, en vez de generar espacios de discusión, alrededor de estos falaces fenómenos fachos, los invisibilizan o los aplauden, pues los rojillos populistas merecen eso y más. No fuera que a Chumel Torres o a Loret les toquen un pelo porque saltarían cual Gremlins de una alberca.
Pero claro, estas grandes lumbreras de la intelectualidá conservadora no se les da la autocrítica (lo de Krauze o Castañeda, Dresser es el yoyo, la autocomplacencia, los prejuicios enano burgueses y el narcisismo clasista) y por eso no entienden que su irrelevancia es cada día más irrelevante. Su narrativa rijosa, histérica-paranoica busca sustancia a una oposición requeteguanga.
Lo suyo es acudir al llamado de la jungla prianchuchista para que en un intercambio de desprestigios con Xóchitl Gálvez, muestren un músculo que ya no tienen. ¿Qué compatriota votaría por Lady X sólo porque la apoyan Agustín Basave, Otto Granados (intelectual, ¿neta?) o el Cartón Calderón o cualquiera de los excomunistas que pululan en esa foto y firmando esa carta cotorra en apoyo al Show de Terror de Xóchitl?
No pensé que Dios me iba a prestar vida para ver a grandes intelecuáles anunciando que votarían por una candidata que cree que Ray Bradbury es el cantante de los Héroes del Silencio.