Decía Monsiváis que en México ya vivía plenamente la tercera generación de gringos nacidos en México, pero ahora tenemos ya prácticamente a varias generaciones de derechairos hechos a imagen y semejanza del Yoda de los ultraconservas en almíbar, Miguel Miramón, que con los prianistas de su tiempo fueron a entregarse a Maximiliano. Claro, los miramonistas de hoy son fervientes trumpistas que van saliendo del clóset. A lo mejor se les indigesta el concepto de soberanía. Lo que ellos quieren es ir a barrer y a trapear los campos de golf a Trump.
De tan baja intensidad es su patriotismo del sector opositors, que le echa la culpa a la presidenta de haber provocado a Trump para que saliera a amenazar con lo de los aranceles. (Ella sí tiene la culpa pero ni Trudeau ni Xi Jinping que están en el mismo paquete, fíjate qué zuavo, digo, qué suave.) O sea, no es que Trump tenga ambiciones colonialistas, la culpa es de Claudia, por no ponerse en modo servil y tibia, como solían hacerlo los expresichentes del PRIAN.
Así, tenemos a la Loca Academia de Miramones encabezada por Markitititititito Cortés que en pleno éxtasis y frenesí, prácticamente exige que México se convierta en una estrella más de la bandera yanqui para que aporte el trabajo esclavo; mientras el ChikiliQuadri muy muino porque lo agarraron cobrando el apoyo del bienestar que según él solo era para nacos y pedigüeños, asegura que Donald es el único contrapeso contra la Cuatroté. Es decir, que la oposición vale gorro, que está grogui que necesita de vejigas trumpistas para nadar. Supongo que esto le cayó como plomo hirviente a sus compañeros de sector y de partido, más ahora que entre Lady X y Acosta Don Cucaracho Naranjo están tratando de levantar sus aburridos partidos gachos. Quadri descuadró a la Opo.
Tampoco podemos olvidar a los Paleros de Alazraki que le pidieron en su cartita a Sancho Clós para que Estados Unidos nos aplique unos aranceles bien manchados que destruyan todo, todo, todo. Y todo con un tonito más bien festivo ante la posibilidad de ver a la patria arder. Los sacos de pus se relamían su miramonescos bigotes. En el colmo, Kinky Téllez acusa al gobierno con Trump porque aquí hay un comunismo muy terrible. No se rían.
Esto comparable con Chuchito Miramón Ortega proponiendo un único partido de ultraderecha. ¡Pero si acaba de destruir al PRD! ¿Así con qué confianza?
¿Cómo le habrá caído a la oposición la amigable y productiva llamada entre la Presidenta y Trump?