Es muy emocionante que la oposición se reubique, reconstruya y reinvente, aunque sea de una manera torcida, cursi y empalagosa, a través de la construcción de un nuevo-viejo organismo político. Y es todavía más emotivo —a menos que se trate de un ejercicio de autocompló— que hayan elegido a uno de los destructores del PRD, Acosta Naranjo, como su guía espiritual (los chicos que bostezaban a sus espaldas en el acto de presentación demuestran el gran entusiasmo que es capaz de generar). Quizá por eso no convocó a un mitin sino a una terapia grupal, con aquellos que viven y aman el resentimiento después de tantas derrotas electorales y morales como la caída de la piñatizada Tremenda corte. Gente que con la mirada desgobernada y echando espuma por la boca, buscan resucitar al derechairismo-alarazkista, sin cambiar de ideales, conceptos y propuestas contra la dictadura. Personajes que, a pesar de sus tics y sus tocs medievales, amparadas en su anticomunismo primitivo, quieren recuperar el poder sin ninguna idea refrescante para no variar. O sea, eso de meter a puros patitas de molcajete del derechairismo y revivir a la banda más siniestra del Poder Perjudicial, no coaduya a su noble causa.
En ese sentido, lo del ChikiliQuadri —odiador de los programas sociales— yendo a inscribirse a la pensión del bienestar es toda una hazaña del voxismo nacional. Me recuerda a las señoras copetudas y los ñores fifís de Coyoacán, quejándose todo el tiempo en la fila del Banco del Bienestar. Mi santa madre, cansada de tanta quejumbre borrascosa les preguntó una vez que si tanto odian a la cuatroté, ¿por qué iban a cobrar los apoyos? Respondieron que era su derecho y mi jefa les espetó que cuál derecho si nunca los vio en las luchas ni en las movilizaciones para defender esos derechos que el PAN y el PRI tanto boicotearon.
Así me imagino que Krauze, luego de sus diatribas con filípica incluida, donde anuncia el fin de la República, seguro se disfraza de la Pantera rosa para cobrar su pensión.
Y lo mejor de todo es que sea Xochitl Gálvez, campeona en el arte poco valorado del humor involuntario, quien encabece este esfuerzo monumental. Éxito asegurado, apoyada por Álvarez y Guasa. Como Echeverría, dicen que no son de izquierda ni de derecha sino todo lo contrario.
Lástima que en el PRIAN se sientan marginados. Ahí están Markitito Cortés, Alitosis Moreno y Jo Jo Jorge Romero, haciendo un llamado a la unidad con fraseo telenovelero.