Las reacciones de la ultraderecha nacional prianista frente a las maravillas que atormentan al mundo, son tan geniales que hasta parecen extraídas de los guiones de la Familia Peluche y el PRIvilegio de mandar.
Tenemos por un lado un montón de moneros falsos fifís, con una inteligencia emocional a prueba de ácido fólico que cultivas niveles de clasismo y racismo niveles que no soñaría Laura Zapata ni en sus delirios más copetudos. Me dicen que hay grupos de chats de las tías panistas de los piolines que ya ven con envidia al moñero Calderón y a sus patitas de molcajete que lo imitan con pedorro fanatismo.
A lo mejor lo que les da valor a estos loquillos con ánimos kukluxklanescos es que tienen la certeza de que sus sórdidas trapacerías no tendrán consecuencias como les hubiera pasado en cualquier sexenio prianista. Bueno, si no le pasó nada a Beatriz Pagés cuando publicó la portada del Sensacional de Alazrakis, digo ¡Siempre!, donde la entonces candidata Claudia Sheinbaum aparecía rodeada de suásticas, menos le va a ocurrir la imagen creada por un moñero machín donde la presidenta se convierte en Díaz Ordaz. Claro, si eso no fuera producto de una sobredosis de lecturas de Panchitititito Martín Moreno, es muy posible que los opositores que se ponen groseramente escatológicos alegando krauziana y calderónicamente que esta es una dictadura, estarían apoltronados en un gulag.
Pero los más cotorros de entre los opositores derechuecos y colaboracionistas, son los que acusano al nuevo presidente de la Suprema Corte, Hugo Héctor Aguilar, de no ser whitexican, de no hacer pachangas a escondidas con Alititito Moreno como la ministra Piña, de no tener relaciones peligrosas con plutócratas ideáticos que no quieren pagar impuestos y, además, de haber estado cerca del subcomanche Marcos. Bueno, es más gacho colaborar con don Beltrone y Max Cortázar.
Igual que los inferrices de los Ferrices que andan acusando con la embajada gringa a quienes apoyan a los rebeldes en sus luchas contra el trumpismo facho. Tanto que ya mandó más tropas a reprimir migrantes y quiere entambar al gobernador californiano, Gavin Newson, por no apoyarlo en su autoritarismo dictatorial.
¿Y si la próxima lucha de los migrantes contra el imperio intergañántico de Trump se pone más brava? En una de esas deciden boicotear el Mundial de Futbol: no laborar en sus eventos, no acudir a los estadios, no consumir sus mercancías y así. Un Mundial en Estados Unidos sin mexicanos, ¡vaya pesadilla!