En 2016, una tendencia extraña abarcó al menos a 10 estados de Estados Unidos: la presencia nocturna de payasos. Aparecían en pasos peatonales solitarios, en paradas de autobús, en calles oscuras.
Su presencia era atemorizante, por no decir espeluznante. Se paraban a unos metros de las personas. Cuando la incertidumbre llegaba al límite, la gente comenzaba a correr perseguida por los bufones. No hubo reportes de ataques violentos, quizá sólo algunos amagues de infartos.
De acuerdo con registros históricos, los personajes bufos ya pisaban la arena del antiguo Egipto y su función era lo que siempre ha sido: ridiculizar y burlarse del enemigo, de la gente poderosa, incluso de sus empleadores.
Para el articulista estadunidense Frank T. McAndrew, los payasos son una válvula de escape social y gozan de una libertad de expresión de manga ancha.
La ropa colorida, el rostro pintado, la gorra o la peluca fue el atuendo de los payasos de circo del siglo XIX. La indumentaria poco ha cambiado de entonces a la fecha.
Pocos cambios, también, ha experimentado la mayoría de las personas al sentir los escalofríos que los bufones provocan, sobre todo en los niños, quienes aborrecen a estos personajes, incluido el símbolo de las hamburguesas, Ronald McDonald.
Los medios han sabido sacar provecho de nuestras pesadillas infantiles con historias que se apoderan del insomnio del mundo. The Joker y Pennywise son entidades ficticias que abonan a la fobia que impulsan los payasos.
La vida real ha aportado su grano de arena para que, en cuanto veamos a un payaso, corramos en dirección opuesta. En los años 70 del siglo XX un hombre llamado John Wayne Gacy Jr. ofrecía funciones a orfelinatos disfrazado de Pogo, el payaso.
Los niños reían y mostraban su simpatía al gordinflón personaje. No fue nada gracioso, sin embargo, cuando la policía exhumó del sótano de la casa de Gacy 33 cuerpos pertenecientes a jóvenes y adolescentes que el hombre enterró después de torturarlos y asesinarlos.
¿Otra de payasos? En 2012, James Eagan Holmes se disfrazó del mayor enemigo de Batman, The Joker, entró en la sala de cine Century, en Aurora, Colorado, y comenzó a disparar de forma indiscriminada. En el estreno de la película Dark Knight Rises, el individuo mató a 12 personas.
Pero, ¿por qué nos disgustan los payasos?