¡Otra vez las confusiones!

Ciudad de México /

El martes 30 de abril, el Senado de la República le entregó al almirante Rafael Ojeda Durán, Secretario de Marina, la Medalla de Honor Armada de México.

Para el senador Germán Martínez, este reconocimiento es indignante y es triste que las labores del Senado acaben arrodilladas a las fuerzas armadas.

Germán Martínez fue más lejos al afirmar que “los verdaderos juaristas y liberales jamás hubieran homenajeado a los militares”.

Recuerdo bien al panista Germán Martínez, desde 2000 y hasta 2012, cuando defendía y expresaba sin confusiones su respeto a las fuerzas armadas. Hoy, desde su llamado “Grupo Plural”, inserta en su discurso críticas y escatimaciones a la labor militar y naval, y es de lamentar que siendo un hombre estructurado, convierta en oposición lo que es una realidad, es decir, el Senado de la República no está arrodillado a las fuerzas armadas; en todo caso y de manera objetiva, lo que hizo el Senado fue otorgarle una medalla de reconocimiento y distinción al almirante secretario de Marina.

De estar arrodillado el Senado, los soldados de tierra, mar y aire tendrían mejores condiciones legales y presupuestales.

Benito Juárez y sus seguidores por supuesto que se soportaban en lo que en ese tiempo eran sus militares, y justo en ello Juárez alcanzó su poder, siempre con sus soldados enfrentando las amenazas tanto de una guerra de reforma, como los cuatro años que duró el Imperio de Maximiliano de Habsburgo.

El de Juárez y los liberales era otro México, eran otras fuerzas armadas y, por supuesto, otros intereses completamente incomparables con el México de hoy.

Se supone que en el Senado de la República se encuentran los representantes del pueblo, pueblo que reconoce hoy —mayo de 2024— a la Armada de México como una de las instituciones de mayor nivel de confianza y credibilidad, y de igual manera el pueblo no se encuentra ni se encontrará arrodillado a sus soldados y marinos.

Los mexicanos no son víctimas de sus fuerzas armadas.

Senador Martínez, no se confunda ni confunda.

Cabo de Guardia

Vale la pena también insistir en que los presupuestos autorizados tanto para la Secretaría de la Defensa como la de Marina Armada no quieren decir que los incrementos que han tenido en los últimos años signifiquen beneficios directos para soldados y marinos.

El futuro militarizado es una prospectiva que se debe de analizar de manera objetiva y bajo la realidad de las acciones militares en favor de los mexicanos, del país y de sus instituciones; lo que visto desde esta óptica, sería deseable y necesario que soldados y marinos sigan en esa línea.

No existe un país que no necesite de sus fuerzas armadas.

No existen amenazas de ningún tipo o tamaño de las fuerzas armadas hacia México y los mexicanos; mucho menos a las instituciones o bien a la vida democrática nacional.

Quien gobierne este país el próximo sexenio ya determinará lo conducente respecto a las fuerzas armadas y se debe tomar en cuenta que es una mayoría quien en una elección decide por quien llevará la conducción y administración de este país.

No dependen de las fuerzas armadas las decisiones que toman sus gobernantes, pero no debe olvidarse que el Presidente de la República es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas por mandato constitucional.

México ha necesitado, necesita y necesitará de sus fuerzas armadas.

  • Juan Ibarrola
  • j.ibarrola@cadenademando.com
  • "Columnista de seguridad y Fuerzas Armadas. Creador de @CadenaDeMando, colaborador @Milenio. Todos los sábados y lunes a las 18:00 hrs @mileniotv"
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